El gabinete del alquimista muerto
/ Carlos Poveda. — Barcelona : Círculo de lectores; D.L. 2014. — 518 p. ; 22
cm.
Cuando compré este libro en Círculo de lectores Carlos
Poveda ya había ganado su premio en el concurso de Círculo con su novela Balada del Pacífico sur. Hubo una época
en que fui jurado del premio Círculo de lectores, de hecho del primer y segundo
premios, pero luego no tuve tiempo para ello. Cuando leí la sinopsis de esta
novela me enganchó.
Sinopsis oficial:
París es una fiesta y las luces de la Belle Époque alumbran la vida nocturna de Montmartre y Pigalle, barrios de moral relajada y libre circulación de absenta y opio. Pero es en un bulevar señorial, apartado de callejuelas y tugurios, donde aparece el cadáver degollado de monsieur Bonancieux. No hay pistas, ni móvil aparente, pese a que el caballero tenía una pasión secreta: escondía un laboratorio de alquimista en su domicilio y vivía dedicado a la búsqueda de la piedra filosofal. La primera incógnita es el paradero del ama de llaves de la víctima, desaparecida sin dejar rastro. Y respecto a los vecinos, ¿por qué hay quien no menciona sus tratos con el difunto? ¿Qué oculta la vizcondesa y por qué su ahijado, Ulises, se lanza a investigar por su cuenta? ¿En qué consistían las prácticas esotéricas de Bonancieux y por qué sus cuadernos son tan codiciados? ¿Y qué pinta en todo esto un artista español con contactos en el inmueble y también entre el lumpen más selecto de París? En un entramado de falsas apariencias, fórmulas oscuras y deseos inconfesados hacia los bienes ajenos, hay dos cosas seguras: la primera, que un hombre puede revelar muchas sorpresas después de muerto y, la segundo, que nadie llega a saber quiénes son en realidad sus vecinos
Impresión personal:
Paris 1904, en un inmueble de un barrio acomodado aparece asesinado
uno de los vecinos. La criada tampoco aparece. La conclusión lógica es pensar
que ella lo ha asesinado y ha huido. Pero la vecina de al lado, una vizcondesa
española, y su ahijado cubano deciden inmiscuirse en la investigación y
descubren que el muerto era un fanático alquimista. La investigación que siguen
ellos será paralela a la de la policía, aunque al final acaben confluyendo y el
comisario Clouet decida pedir ayuda a esta pareja tan curiosa.
Carlos Poveda nos propone una investigación en el París
artista y bohemio de principios del s. XX, ese París encantador y
carismático que atrae a artistas e intelectuales. La novela es una
novela de intriga o policiaca en la que habrá un asesinato, una
investigación y al final se resolverá el caso. Pero no es solo eso, es también una
novela costumbrista en la que veremos reflejados el ambiente del París
de 1904, la llamada belle époque, ese período de tiempo anterior a
la I Guerra Mundial en que todo era alegría de vivir, bohemios, bon
vivant, etc. Ese periodo de felicidad casi robada, pretérita a toda la
barbarie que le sucederá después.
Carlos Poveda sabe hacernos respirar ese ambiente, nos
hace ser partícipes de ello y casi te sientes recorriendo las calles, charlando
con la gente y sintiéndote uno más.
La trama está bien llevada pero se ve entorpecida, en ocasiones,
por pequeñas disgresiones del autor de pequeñas tramas paralelas que confluirán
al final, pero que te hacen sentir un poco perdido.
Los personajes son entrañables unos, extravagantes otros y alguno hasta
un pelín desagradable, pero están muy bien perfilados en sus características y
no solo los principales sino también los secundarios, algo que enriquece la
narración. Y el autor se permite hacer un pequeño guiño al final con uno de los
secundarios que te sorprenderá y agradará. Al tener un narrador omnisciente
podemos ver la historia desde todas las perspectivas y así intentar esclarecer
quién es el asesino. Por cierto, yo lo adiviné hacia la mitad del libro,
jejeje. Pero eso no quita que no me haya resultado interesante.
Se aprecia en seguida que el autor se ha empapado del mundo
de los alquimistas, de las diferentes formas de desarrollar esa “ciencia” y
de las obras que recogen esos estudios. No solo eso, toda la obra rezuma un
gran conocimiento de todos los aspectos que desarrolla.
Lo que más me ha gustado ha sido poder palpar ese ambiente bohemio
de París en su época dorada, y le he cogido mucho cariño al personaje de
Violeta, la vizcondesa, y a su ahijado con ese punto malaje que tiene.
En conclusión, una novela que entretiene con unos
personajes creíbles y muy bien perfilados y una trama bien desarrollada y
coherente.
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