Responde primero a la
segunda pregunta es un chic-lit o eso pretende y aunque tiene algunos rasgos chick-lit a mí
no me lo ha parecido del todo. Las peripecias que le pasan no me han provocado
la risa, y su historia no es muy identificativa con la de la gente normal. O
por lo menos no con la de la gente de la que me rodeo. Ahora os contaré mis
impresiones.
Sinopsis oficial:
Ingrid deja atrás su vida de okupa en Londres y aterriza en Barajas con el corazón roto. En Madrid tiene que descubrir una nueva manera de vivir, de relacionarse y de convivir. Por suerte, pronto encontrará un trabajo en una agencia de relaciones públicas en pleno Barrio de Salamanca que le cambiará la vida, y no solo el peinado. ¿Conseguirá dejar atrás su historia londinense? ¿Por qué es tan difícil que te cojan un teléfono en la redacción de un periódico? ¿Encontrará Ingrid el amor? Este libro encierra muchas preguntas y había que comenzar respondiendo una.
Impresión personal:
Ingrid es una joven que vive en Inglaterra en un piso okupa con su novio, al que ha seguido hasta
el país anglosajón. Pero el novio le ha puesto los cuernos e Ingrid quiere
volver a casa. Llama a su amiga María para pedirle ayuda y ella le ofrece que
se quede en el sofá de su casa mientras quiera. Al llegar a Madrid Ingrid consigue trabajo (con lo que
cuesta en estos días de crisis que suerte tiene la "jodía"; lo digo
en plan irónico, por supuesto), y nada menos que en una agencia de publicidad
en pleno barrio Salamanca (las hay con suerte). Y allí comienzan sus
peripecias. Su jefe le tirará los tejos mientras Ingrid tiene que bregar con
las tareas del nuevo puesto de trabajo. Mientras, en una fiesta conoce a un
joven que pretende entrar en su vida.
La novela es cortita, menos mal, y a partir del capítulo
número cuatro comienza con la consulta sentimental de Mimosa 2.0, un primer
trabajo que le sale a Ingrid que consiste en responder a un consultorio
sentimental en el mundo de Internet. Las consultas son irónicas y, a veces,
divertidas. Desde luego de mucha ayuda no sirven a la chicas que le piden ayuda
a Ingrid, pero por lo menos se reirán un poco con ellas.
Personalmente, y creo que se me va notando, el libro no me
ha gustado mucho. Las situaciones son
muy irreales, no creo que nadie en la vida real y, ATENCION VA SPOILER, se
acueste con su jefe nada más conocerle y le permita las cosas que le permite
Ingrid, como hacer de canguro de su hijo creyendo que el jefe está enamorado de
ella y agradecidísimo por lo que ella está haciendo por él, cuando es todo lo
contrario evidentemente.
No sé si es que ya no me gustan las novelas chick-lit o es
que no me gusta este género cuando lo escriben las españolas. Y lo siento
mucho, mira que hay autoras españolas buenísimas
en diferentes géneros pero en este no consiguen atraerme tanto como Sophie
Kinsella. Y eso que de esta autora no me he leído la serie Loca por las compras porque no me llamaban la atención, me han
gustado mucho más sus otras novelas. Y cuando digo que no me gusta este género
cuando lo escriben españolas lo digo con conocimiento de causa ya que he leído
la novela de Rebeca Rus Sabrina: 1, el
mundo: 0 o la de Laura Norton No
culpes al karma del o que te pasa por gilipollas... y la verdad es que me
podría haber ahorrado la lectura. Y mira que ya parto de la idea de que el
chic-lit no es un género que te vaya a dejar marcado ni nada de eso, pero es
que no me he reído nada con ninguna de ellas, mucho menos sentirme
identificada. Será la edad...
Lo bueno es que es
una novela corta de las que se leen en un suspiro y que el lenguaje es sencillo,
directo y accesible. El ambiente está bien reflejado, no es que sea muy difícil
ya que transcurre en Madrid en la época actual, y no es muy probable que se
equivoque o cometa alguna errata.
Como conclusión, una novela
de la que se puede prescindir, a no ser que te encante el género chick-lit,
y que no va dejarte ni buen sabor de boca, ni una sonrisa en los labios. Por
lo menos no ha sido así conmigo.