Este es uno de los clásicos que pensé que no leería nunca.
Ya sabéis que me estoy enganchando a los clásicos de un tiempo a esta parte,
pero Cumbres Borrascosas lo tenía
especialmente atragantado. Yo creo que era por ese aura de “amor atormentado”
que siempre nos han “vendido” de él (o por lo menos eso siempre es lo que yo
había visto “por ahí”). Una vez leído debo comentaros que de amor atormentado
nada de nada… Finalmente me decidí a leerlo a ver esta edición tan preciosa de
Tres Hermanas que descubrí al visionar el canal de la booktuber Magrat
Ajostiernos…
Sinopsis oficial: (he intentado encontrar una sinopsis que
no me hablara de amor apasionado pero me ha sido imposible, en fin…)
Impresión personal:
Como os decía en la presentación (y antes de haceros mi
resumen personal, o igual lo obvio, ya veré), siempre había pensado que esta
novela era una novela de un “amor atormentado”. Últimamente incluso, había oído
definirlo como “amor tóxico”. Desde luego para mí esta es la historia de una venganza y una obsesión (pero no de
un amor obsesivo, sino de una obsesión pura y dura).
La historia de Heathchilff y Cathy no es un amor
atormentado. Ambos se quieren mutuamente y, como mucho, es al final de su relación,
que no del libro, cuando encontraran obstáculos a ese amor. Y desde luego yo no
la veo como un amor tóxico, ya que este es el de una persona cegada que quiere a otra por mucho daño que le haga. Y
aquí los dos son igual de “salvajes”, por así decir, el uno con el otro… Y para
más inri, esa relación ocupa menos de la primera mitad de la historia.
Para mí, esta novela ha sido la historia de una venganza y
una obsesión, como os de apuntado al principio. Es la historia de Heathchilff vengándose de todos y cada uno de los
seres que le han menospreciado, vejado, ninguneado y dejado de lado. Y si no
podía vengarse en ellos lo ha seguido haciendo en sus descendientes.
Y ahora voy a desgranaros un poco más la reseña, que espero
que no me salga muy larga.
La novela ha sido una lectura
maravillosa. Me ha encantado la
ambientación tan oscura, tan lóbrega que hacía Emily tanto de los páramos,
como de la casa de Cumbres Borrascosas
y de los personajes que habitan en ella. Los personajes han sido fascinantes, todos y cada uno de ellos. Cada
uno con una personalidad característica, con una presencia propia, con una
evolución a lo largo de la historia que te deja alucinado cuando recuerdas que
lo escribió una joven que no salió de su casa, de su “granja”, en ningún
momento.
Los tira y afloja
de las relaciones, las “putadas” que se hacen unos a otros (muchas veces
conscientemente y unas pocas de manera inconsciente), ver cómo la felicidad se
va apagando, son escenas habituales… Y como contrapunto: La Granja de los
Tordos dónde todo es luz y apacibilidad
(salvo los escasos momentos en que vive allí Catherine Earnshawn), tranquilidad y sosiego… Es una
maravillosa forma de recrear la historia.
Nos encontraremos con dos narradores. El inquilino de la
Granja de los Tordos, el señor Lockwood, y luego la Señora Dean, el ama de
llaves de la Granja, que será la que le narre al señor Lockwwod la historia de
los personajes de Cumbres Borrascosas…
(También tendremos cartas para suplir los momentos que no ha vivido la señora
Dean). Ella hará una recreación exhaustiva de lo vivido en Cumbres Borrascosas y cómo se llega a la situación en la que están
en ese momento…
Vemos crecer a los
personajes, los
vemos sufrir, los vemos solos y abandonados y cómo esa relación será la que irá
forjando lentamente el carácter de cada uno de ellos. Y mientras lees sobres
sus vidas, disfrutas cada uno de los momentos de tu lectura, te sientes inmerso
en ese mundo seco, árido de sentimientos o, con suerte, en el contrapunto de
tranquilidad de la Granja de los Tordos.
Debo comentar algo que me resultó curioso cuando lo leí y
es la forma en que se narra, o más bien NO se narra, el embarazo de los personajes femeninos. Cuando me topé con el
primero de ellos me quedé ojiplática porque en ningún momento fui consciente de
que se hubiera hecho mención de ello. Pensé
que me había perdido algo o que no lo había leído bien. Pero es que con el
segundo ocurre exactamente lo mismo. Te enteras porque compruebas que ha nacido
un bebé, como en el anterior, y no porque te hayan ido dejando pistas sobre
ello. No sé si será porque era un tema muy delicado para tratar en el siglo
XVIII, o porque al ser una joven soltera y sin contacto con mujeres embarazadas
no supo cómo representarlo. Me inclino más por lo primero, ya véis…
En fin, que no quería contaros mucho de la sinopsis porque
creo que es una novela que hay que leer
y descubrir por sí mismo. Pero desde luego si pensáis encontrar una
historia de amor, amor atormentado, tóxico o como lo queráis llamar, ya os digo
yo que no se trata de eso ni mucho menos…