Dune de Frank Herbert

Dune / Frank Herbert. — Formato digital.

No he leído muchos libros de ciencia ficción, pero me estoy aficionando. Así que hoy os traigo una novela muy conocida que me ayuda a ir completado las diferentes premisas del reto Todos los clásicos grandes y pequeños IV, nivel 5, clásico con adaptación cinematográfica/serie.

Sinopsis oficial:

En el desértico planeta Arrakis, el agua es el bien más preciado y llorar a los muertos, el símbolo de máxima prodigalidad. Pero algo hace de Arrakis una pieza estratégica para los intereses del Emperador, las Grandes Casas y la Cofradía, los tres grandes poderes de la galaxia. Arrakis es el único origen conocido de la melange, preciosa especia y uno de los bienes más codiciados del universo.

Al duque Leto Atreides se le asigna el gobierno de este mundo inhóspito, habitado por los indómitos Fremen y monstruosos gusanos de arena de centenares de metros de longitud. Sin embargo, cuando la familia es traicionada, su hijo y heredero, Paul, emprenderá un viaje hacia un destino más grande del que jamás hubiese podido soñar.

Mezcla fascinante de aventura, misticismo, intrigas políticas y ecologismo, Dune se convirtió, desde el momento de su publicación, en un fenómeno de culto y en la mayor epopeya de ciencia-ficción de todos los tiempos.

Impresión personal:

El Duque Leto Atreides y su familia han sido obligados por el Emperador a dejar su planeta, Caladan, un lugar bello, con vegetación exuberante, para ir a hacerse cargo de Dune, o Arrakis como se llama a sí mismo. Un planeta desértico, con total y absoluta escasez de agua que solo tiene una única cosa por la que están interesados tanto el Emperador como la Cofradía, la empresa que controla los viajes interestelares, la especia.

El planeta había estado gobernado, hasta ese momento, por los Harkonnen, enemigos irreconciliables de los Atreides, y la situación es complicada. Leto tendrá que intentar ganarse a la población, los Fremen, y a los demás trabajadores de Arrakis.

Los Fremen están esperando la llegada de un Mesías que los llevará a convertir su planeta desértico en uno con vegetación más exuberante.

Por otro lado, Jessica, la madre de Paul Atreides, hijo de Leto, es una Bene Gesserit, una organización mística de mujeres que se ejercitan en el control y el poder mental y que tiene como propósito esperar el advenimiento del Kwsarz Haderach, una versión masculina de las Bene Gesserit.

A ver cómo consigo enfrentarme a esta reseña ya que no es fácil. En principio, se podría decir que la novela me ha gustado, más o menos. Creo que el autor ha desarrollado una imaginación extraordinaria a la hora de inventarse un mundo interestelar en el que tiene que recrear tecnología no conocida en su época. En este sentido creo que lo ha conseguido. Es curioso comprobar que algunos de los inventos recreados por este autor ahora no te parecen extraños, como algún tipo de libro digital que aparece por ahí, por ejemplo.

La trama es muy interesante, encontraremos intrigas políticas, traiciones, tribus nómadas enfrentadas a vivir en el desierto luchando contra los enormes gusanos de arena, un mundo místico reflejado en las enseñanzas Bene Gesserit, como en la ideología de los Fremen. Un redentor que vendrá a salvarles…

Pero no he conseguido disfrutarlo del todo porque había muchísimas cosas de este mundo que no he llegado a comprender, y al llegar al final de libro digital me he dado cuenta de que existía un glosario que podría haberme facilitado la vida. El problema es que en ningún momento te indican que exista ese glosario y tampoco hay enlaces con los pies de página, como en otras ediciones digitales.

Me han gustado los personajes, con mucha personalidad y muy resueltos. Con intereses propios y contradicciones… Me ha gustado la ambientación, me recordaba, en cierto modo, a los tuaregs del desierto. Y he disfrutado mucho de la intriga y la tensión de la historia. Pero no puedo decir que haya sido una lectura de diez por los problemas de comprensión que os he comentado antes.

¿Seguiré con la saga? En principio no, no me llama tanto como para saber qué ocurre. Pero, ¿quién sabe? Nunca se puede decir “de esta agua no beberé”.