El misterio de Sans Souci de Agatha Christie

El misterio de Sans Souci / Agatha Christie. — [Barcelona] ; Editorial Molino, 1983. — 237 p. ; 15 cm. 

Recién comenzado el año y ya os traigo una nueva reseña de mi reto personal de leer a Agatha en orden cronológico. Aunque debo comentaros que esta novela la acabé de leer el año pasado... 

Sinopsis oficial:

La trama se desarrolla tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Tommy y Tuppence Beresford se aburren en su vida cotidiana, cuando, de pronto, un viejo conocido del servicio secreto les propone instalarse en un hotel de la costa de Inglaterra para investigar, entre su clientela, formada por militares retirados, viejas chismosas, y parejas de enamorados, a un peligroso agente secreto nazi.

Impresión personal:

En esta ocasión vamos a reencontrarnos con el matrimonio Beresford bastantes años después de su última aventura. (De hecho, en un momento dado se hace mención de su primer caso, El misterioso señor Bronw). Los Bereford son ya un matrimonio que está en la mediana edad y parece ser que nadie considera que puedan ser útiles en un momento tan especial como en el que están, metidos en plena II Guerra Mundial. 

Tommy ha acudido a todos los contactos posibles para ver si puede ayudar en la guerra, pero nadie necesita sus habilidades. A pesar de que fueron muy útiles en la anterior guerra y posteriormente.

Los hijos mellizos del matrimonio, Deborah y Derek, ya están contribuyendo en la guerra. Derek es piloto y Deborah está metida en algún asunto secreto.

Finalmente,  un día reciben la visita del señor Grant que viene de parte de lord Easthampton, conocido por ellos como el señor Carter.  Grant quiere hablar con Tommy exclusivamente, y Tuppence con su gran astucia consigue hacerles creer que tiene que irse para escucha a escondidas su conversación.

Grant propone a Tommy que se haga pasar por otra persona y acuda como huésped a una casa en Sans Souci donde temen haya algunas personas pertenecientes a la Quinta columna, británicos afines al régimen nazi y que intentan ayudarles en todo lo posible.  Su tapadera será que irá a Escocia a ayudar en algunos trabajaos administrativos. Tommy acepta el trabajo aunque implique dejar a Tuppence, que no está incluida en los planes de Grant. Cuál será la sorpresa de Tommy cuando al llegar a San Souci se encuentre a su mujer convertida en la viuda Blekensop. Allí ambos intentarán descubrir quiénes son los cabecillas, "N" o "M" de estos espías...

Como veis esta novela trata más del espionaje que de descubrir un asesinato. Como suele ocurrir con las novelas de los Beresford. Por tanto, el trabajo de ambos será observar, preguntar, indagar y descubrir quién puede estar jugando un doble papel. 

En la pensión se encontrarán con un matrimonio, los Cayley, él enfermo crónico y ella su eterna enfermera, un marino típicamente inglés Bletchley, un refugiado alemán que huyó de los nazis, una anciana que huye de la guerra, una joven madre con su hija pequeña, otra dama solterona y la dueña de la pensión y su hija. Pero además cerca vive un marino retirado, para dar más dificultad a la trama.

¿Es posible que entre este grupo tan dispar se encuentre un espía a favor del gobierno alemán? ¿Será el refugiado que en realidad no lo es tanto, el marino inglés demasiado británico para parecerlo, el matrimonio que parece vienen a descansar?

Nuestros investigadores tendrán que estrujar su cerebro y sus conocidas habilidades para descubrirlo.

Ya imaginaréis que no os voy a contar nada más. Los Beresford se enfrentarán a unos astutos criminales y tendrá que intentar eludir sus trampas.

Cuando se publicó esta novela nuestra querida Agatha fue investigada (secretamente) por el gobierno británico, ya que uno de sus personajes, el mayor Bletchley, llevaba el nombre de una instalación del gobierno donde se intentaba el  desciframiento de los códigos secretos y de la máquina Enigma... Y ella, además, era amiga de Dilly Knox, precisamente el que acabó descubriendo los códigos de la máquina Enigma.

Una novela interesante, con un pasado curioso, ¿os ha picado la curiosidad? Pue ya sabéis... Agatha siempre es un placer.