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viernes, 22 de abril de 2016

El último adios de Kate Morton

El último adiós / Kate Morton. — 3ª ed. — [Tres Cantos, Madrid] : Suma de Letras, 2015. — 574 p.; 24 cm.

Me gustan mucho las novelas de Kate Morton, las he leído todas, o las tengo a punto de leer.  Y aunque no varíe la fórmula, a veces incluso se repite en muchas de ellas: un personaje (generalmente mujer) que es escritora, un niño desaparecido o si no abandonado, o raptado… y un personaje del presente que quiere dilucidar esos misterios, siempre consigue arrastrarme a su mundo y desear leer más y más…

Sinopsis oficial:

Una historia de misterio orquestada por personajes pintorescos y ambientada entre los años treinta y la actualidad. Una novela absorbente como solo Kate Morton, autora de El jardín olvidado, sabe hacerlo.

Todas las familias tienen secretos.
Y, para algunas, basta solo un acontecimiento para cambiarlo todo.

Un niño desaparecido...
Junio de 1933: en Loanneth, la mansión en el campo de la familia Edevane, todo está limpio y reluciente, listo para la tan esperada fiesta de solsticio de verano. Alice Edevane, de dieciséis años y escritora en ciernes, está especialmente ilusionada. No solo ha encontrado el giro argumental perfecto para su novela, también se ha enamorado perdidamente de quien no debería. Pero para cuando llegue la media noche y los fuegos artificiales iluminen el cielo estival, la familia Edevane habrá sufrido una pérdida tan grande quetendrá que abandonar Loanneth para siempre...

Una casa abandonada.

Setenta años más tarde: después de un caso especialmente complicado, Sadie Sparrow, investigadora en Scotland Yard, está cumpliendo un permiso forzoso en su trabajo. Refugiada en la casa de su abuelo en Cornualles, pronto comprueba que estar ociosa le resulta complicado. Hasta que un día llega por casualidad a una vieja casa abandonada rodeada de jardines salvajes y espesos bosques y descubre la historia de un niñito desaparecido sin dejar rastro...

Un misterio sin resolver.
Mientras tanto, en el ático de una elegante casa en Hampstead, la formidable Alice Edevane, ya anciana, lleva una vida tan cuidadosamente planeada como las novelas policíacas que escribe. Hasta que una joven detective empieza a hacer preguntas sobre su pasado familiar en un intento por desenterrar la intrincada maraña de secretos de los que Alice ha pasado toda su vida tratando de escapar.

Impresión personal:

En los años 30, en Cornualles, una familia numerosa vive sus mejores momentos hasta que, durante una fiesta en la residencia familiar, desaparece el hijo pequeño, un bebé de apenas un año. Esa desaparición hará dar un vuelco a la vida familiar; los padres y hermanas del pequeño no volverán a la residencia de Cronualles y sus vidas tampoco volverán a ser como antes.

En el presente, año 2003, una inspectora de policía se retira al campo, a casa de su abuelo en Cornualles, debido a un error cometido durante una investigación. Allí encontrará una hermosa casa familiar junto a  un lago que le llamará la atención, y esta aumentará aún más al conocer que allí hubo una tragedia familiar en los años 30. Sadie Sparrow, la inspectora, decide investigar qué sucedió allí. Y, al mismo tiempo, una famosa escritora de novelas policiacas, Alice Edevane, comienza a recordar todo lo ocurrido cuando su hermano pequeño, Theo, desapareció durante una fiesta celebrada en la residencia familiar de Cornualles. 

Como veis encontramos todos los ingredientes, como ya comenté al principio, que tanto utiliza Kate Morton: una anciana escritora, un bebé desaparecido, un misterio familiar que debe ser solucionado… Pero aunque la fórmula es repetida en todas, o casi todas, sus novelas, Morton hace de cada novela una historia diferente. ¿Cómo lo consigue? Yo creo que la clave es profundizar en los sentimientos de los personajes, en sus motivaciones, en los actos realizados a partir de esas motivaciones. Eso y una narración fácil y fluida que imbuye a la trama de una atmósfera especial.

La historia es coherente y está muy bien hilvanada. Las tramas que construye alrededor ayudan a enriquecer la narración pero, además, complementan la historia. Los personajes son carismáticos y con personalidad, sus motivaciones y sus actos son reflejo de su carácter. El narrador es omnisciente, lo que ayuda a la hora de conocer las motivaciones. Además la historia se va escribiendo desde diferentes momentos temporales y desde el punto de vista de un personaje en concreto, que ayudará al lector a ubicarse, y que poco a poco irá aportándole pistas para construir la historia. Debo decir que fui cambiando el final según iba recibiendo la información y, aunque descubrí lo ocurrido casi a un cuarto del final, eso no quitó que leyera con interés y avidez para corroborar mi teoría. Y tampoco fue óbice para que se me saltaran las lágrimas, unas poquitas, según la iba viendo confirmada.

La ubicación espacio-temporal recorrerá diferentes momentos de la historia universal: la I y la II Guerras Mundiales, los años 30 (momento de la desaparición de Theo), los años 40 (después de la II Guerra Mundial), el años 2003, e incluso alguna pequeña aportación de acontecimientos a principios de siglo. Se nota que Morton ha investigado, tocando temas, además, delicados, como la neurosis de guerra, por ejemplo.
El libro además nos muestra cómo podemos crear una teoría a partir de nuestra visión parcial de las cosas. Los personajes tienen una teoría de lo ocurrido con Theo, cada uno desde su perspectiva, que les hace culparse por lo ocurrido. La  historia podría haber sido muy diferente si cada uno de ellos hubiera hablado abiertamente de lo ocurrido y comparado sus puntos de vista.

En la novela no solo encontraremos la historia de lo ocurrido con Theo, sino que también habrá un pequeño apartado para la historia personal de Sadie. No solo su error policial, sino también un hecho acontecido cuando ella era joven. Todo ello narrado de forma magistral por Kate Morton.


Una novela cautivadora, intensa, con una atmósfera peculiar, que nos hace ser partícipes de la historia y llegarnos a creer, casi, que somos uno de sus personajes.  

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