Tú te vas, tú te quedas / M.
J. Arlidge ; [traducción Amaya Basañez].
— 1ª ed. — Barcelona : Suma de Letras, 2015. — 378 p. ; 23 cm.
Esta es una novela que ha causado mucho revuelo por su
original planteamiento. La verdad es que hay que reconocerle ese punto de
originalidad, pero también he conseguido encontrarle un pequeño fallo.
Quisquillosa que es una.
Sinopsis oficial:
Una chica sale del bosque casi moribunda. Su historia parece increíble. Pero es verdadera. Cada una de las terribles palabras que pronuncia.Días después otra persona aparece en similares circunstancias. Poco a poco comienza a quedar claro un modo de actuar. Alguien está secuestrando a sus víctimas por parejas, las recluye y les hace afrontar un dilema: matar o morir.
¿Qué preferirías: perder la vida o perder la razón?
La inspectora de policía Helen Grace ha tenido que hacer frente a sus propios demonios y ha llegado a lo más alto. Mientras dirige esta investigación para dar caza al monstruo que anda suelto descubre que quizá sean los propios supervivientes quienes tengan la clave para resolver el caso.
Y, a menos que lo consiga, morirán más inocentes.
Impresión personal:
Helen Grace es una inspectora de policía un tanto
extravagante. Tiene unas aficiones extrañas, es muy introvertida y con un
pasado complicado. Helen tendrá que enfrentarse a un caso de asesinatos en serie. Todo empieza
cuando recogen a una chica desnutrida que confiesa haber asesinado a su novio.
La razón que cuenta es que han sido
secuestrados y les han hecho elegir: uno
de ellos debe matar al otro y el que sobreviva podrá irse. Es una historia
que a Helen le cuesta creer, pero que una vez comprobado el estado físico de la
chica y, sobre todo el psicológico, acaba creyendo. Amy está destrozada por haber
tenido que matar a su novio al que adoraba. Pero este será el inicio de una
serie de asesinatos en los que las víctimas son secuestradas y puestas en esa
tesitura tan terrible: matar o morir.
Nadie sabe qué es lo que pretende esta peculiar asesina. Sí,
se sabe que es una mujer desde el principio de la novela. Una asesina fría y
despiadada que se camufla muy bien porque la persona que sobrevive puede realizar
una descripción suya, pero no parece que a ella le preocupe. Además las personas elegidas no parecen tener relación
entre sí y esto desconcierta a la policía que sabe que los asesinos en
serie siguen una pauta.
La novela está muy bien escrita y es muy visual, pero
además consigue reflejar el estado de
ánimo de los personajes: la culpa del que sobrevive (culpa por estar vivo y
por haber tenido que matar para ello), culpa de los investigadores que no saben
muy bien por dónde tirar, el estado de incertidumbre que tienen mientras están
secuestrados, la tensión de verse sometido a una decisión terrible: matar o
morir, y no saber cómo se va a reaccionar hasta llegado ese momento…
El narrador omnisciente nos sitúa muy bien en la trama, nos
pone en la piel de los diferentes personajes y las dudas por las que van
pasando. Pero también hay unos capítulos cortos escritos en cursiva que son
narrados en primera persona y serán fundamentales para comprender la novela.
Es una novela que te
mantiene en tensión todo el tiempo y por más que intentes pensar quién
puede ser la asesina no vas a conseguir descubrirlo.
Le podría poner un par de peros, uno de ellos ya comentado
en varios blogs: el hecho de que una persona no puede sobrevivir demasiados
días sin agua, y en alguno de los secuestros llegan a estar tres semanas o más
secuestrados… el otro “pero”… ay a ver cómo lo cuento sin entrar en spoiler. Tiene
relación con la causa de los asesinatos y te lo planteas una vez terminada la
novela, es una información que tiene que obtener la asesina para poder elegir a
las víctimas y te das cuenta de que es una información que no es posible que la consiguiera fácilmente, diría
que es prácticamente imposible y te das cuenta de que el autor no da una
explicación a cómo ha podido llegar a obtener esa información. Ay que rabia no
poder ser más específica…
En cualquier caso es una buena novela, adictiva, que te hará estar pendiente de lo que ocurre. Yo ya tengo la segunda parte esperando, esperemos que esos pequeños peros no se repitan, jeje.