Dentro
del mes temático que convoca Laky de Libros
que hay que leer, me animé a leer este de Care Santos que tenía en el
Kindle desde hacía un tiempo, y la verdad es que me ha encantado.
Sinopsis
oficial:
Virginia acaba de heredar el negocio familiar: la librería Palinuro. Entre el montón de ejemplares, polvo y papeles que su padre acumuló, pronto aparece la historia de Carlota Guillot y la búsqueda de un libro, escurridizo y caprichoso, que formó parte de una de las bibliotecas particulares más sibaritas de la Barcelona napoleónica. Una historia prolongada a lo largo de las décadas más convulsas del siglo XIX en que la ciudad asistió, incrédula, a su mayor transformación: el derribo de las murallas y la urbanización de su paseo más emblemático, La Rambla.
El aire que respiras es un canto de amor a los libros, pero también a la ciudad de Barcelona. Después de leer esta gran historia coral, la ciudad no volverá a ser la misma. «Tiemblo a tu voz y tiemblo si me miras y quisiera exhalar mi último aliento abrasada en el aire que respiras.»
Impresión
personal:
Virginia
recibe en herencia, tras la muerte de su padre, una librería anticuaria. Ella
es abogada y le gusta su profesión, pero debido a un imprevisto (su jefe es
detenido por malversación o algo así) la echan del trabajo y decide seguir con
el negocio familiar. Allí encuentra unos
legajos que su padre había recopilado. Como no sabe qué hacer con ellos
llama a su amiga (de la que no sabemos el nombre pero que es la narradora que
cuenta la historia, ¿alter ego de Care Santos?) a la que le entregará los
papeles para que los lea e investigue.
La
narradora (que realmente lo es para la parte del presente) recoge el reto y
empieza a leer los papeles. En ellos descubre la historia de unos libros muy especiales y su devenir en el tiempo.
Junto a ellos conoceremos la historia de Víctor Phillibert Guillot, el dueño
original de esas obras tan especiales; de su hija Carlota; los avatares de Filipo
Brancaleone, un pobre soldado italiano enrolado a la fuerza en la guerra de
Napoleón en España; la de su hijo Angel Brancaleone, y muchos más personajes
que desfilan por esta novela y que estarán relacionados con la búsqueda de esos
libros. Y todo ello aderezado con la historia de Barcelona en una época
convulsa, la primera mitad del siglo XIX, y el derribo de las murallas de la
Rambla.
Es
una historia metaliteria no solo
porque trate de la búsqueda de unos libros desaparecidos, sino también por lo bien que recrea el mundo del mercado del
libro, sus avatares, la búsqueda de los libreros de ejemplares magníficos,
y donde también hace un homenaje a los bibliotecarios (ahí me ha tocado la
fibra sensible, jeje, en un pasaje que no puedo por más que reproduciros: “Esa
era la razón principal del artículo de Rogés. Quería llamar la atención del
estado sobra la Biblioteca de Reserva. Y recordar a los que mandan que los libros son seres vivos…
necesitan personas que los cuiden, que los restauren, que los ordenen. Los
bibliotecarios son esas personas, muy entregados y muy buenos profesionales,
pero están hartos de predicar en medio del desierto”). Una, muy buena,
reflexión
Debo
destacar la magnífica labor documental
que ha realizado Care Santos (la autora recopila la bibliografía utilizada al
final de la novela, entre ellas las memorias de dos libreros, uno madrileño y
el otro catalán), que queda extraordinariamente reflejado en toda la novela.
El
estilo de Care, que ya vimos en Habitaciones
cerradas, sigue aquí la misma estela: dos
historias diferenciadas en el tiempo (con mucho más peso la del pasado que
la del presente en este caso). Pero que adereza con diferentes recursos
literarios como por ejemplo: pequeñas entradas biográficas de las
personalidades reales que aparece en la novela extractados de un diccionario
(no sé si real o no), cartas, bandos… etc. Un estilo ecléctico pero que realmente
se lleva muy bien y en el que demuestra una gran maestría.
Los personajes están
extraordinariamente desarrollados,
sus caracteres y personalidades son únicos y carismáticos, evolucionan con el
tiempo y son profundas y creíbles. Consigue que empatices con ellos y los ames
o los odies. La ambientación espacio-temporal es magnífica y se aprecia el amor
que siente esta barcelonesa por su ciudad. Es verdad que los que no conocemos
Barcelona nos podemos perder y aturullar con los nombres de las calles y plazas,
pero Care consigue dotar a Barcelona de
personalidad propia.
He
leído en varios blogs que algunos se
perdían entre tanto personaje, la verdad es que a mí no me ha ocurrido eso. En
ningún momento he estado perdida, y aunque la cantidad de personajes es abrumadora
todos tienen su lugar y su por qué.
Es
también una especie de saga, pues
veremos el paso de un par de generaciones y la herencia que reciben unos de
otros, no solo herencia económica sino también en cuanto a deudas morales,
venganzas, etc.
Como
os decía antes la historia del presente tiene menos peso que la historia del
pasado, y será realmente el marco que necesite Care para conformar el cuadro.
En
este libro encontraremos de todo: amor,
odio, venganza, historia (la de Barcelona a mediados de siglo XIX, desde la
invasión napoleónica, pasando por la época de Fernando VII, Isabel II, la época
liberal etc.), libros, libreros y mucho
amor por los libros y todo lo que le rodea. Realmente una obra magnífica
que gustará a muchos: a los amantes de la historia, a los de la intriga, a los
amantes de los libros… vamos que no puedo más que recomendárosla.
Care Santos tiene una pluma ágil a la vez que caprichosa, en ocasiones parece darle todo y en otras quedarse algo a la zaga.
ResponderEliminarLa novela me ha gustado la verdad, pero no se porqué me esperaba que fuera todavía más intensa.
Un abrazo Reina!!!
Buena reseña.