Llegué a este libro por una recomendación de Laky de Libros que hay que leer y aunque casi
siempre coincido con ella en su opinión sobre los libros esta vez en cambio…
Sinopsis oficial:
Octubre de 1885. En unos momentos difíciles para el rey
Alfonso XII, donde sus rivales ven próximo su final al estar gravemente enfermo y sin heredero varón a la Corona,
decidió organizar una gran cena de gala en el Palacio Real para poder dar a conocer una noticia que
dejará perplejos a todos sus invitados.
Mientras se ultiman los preparativos, unos soldados oyen un
disparo. Alertado el capitán de la Guardia, descubren el cuerpo de un hombre en
el exterior de Palacio, junto a una de las ventanas de la Real Farmacia.
Deciden avisar al Farmacéutico Real, el doctor Municio, que descubre entre las
ropas del hombre una carta que desvela que su presencia en aquel lugar no es
ocasional.
Horas más tarde una joven camarera aparece muerta en el
dormitorio de la reina.
Ahora el principal cometido del doctor pasa por descubrir al
traidor que se oculta en Palacio antes de que cometa otro asesinato o huya
Impresión personal:
Durante una celebración de una fiesta en el Palacio Real se oye un disparo que alerta a los
guardias reales. Estos descubren el
cadáver de un hombre junto a las ventanas de la Real Farmacia. El capitán
de la Guardia y el doctor Municio, personaje que realmente existió, serán los
encargados de averiguar qué ha ocurrido. Poco después le seguirá la muerte de
una camarera de la reina. ¿Estarán las dos muertes relacionadas? El doctor
Municio cree que sí.
Una novela de intriga
orientada en un momento histórico real, donde aparecerán personajes históricos (Sagasta, Cánovas del
Castillo, el propio rey Alfonso XII y el doctor Municio) junto con otros
creados por la imaginación del autor (el capitán de la Guardia, la camarera de
la reina, el sobrellave, etc.).
Con una ambientación
histórica muy bien creada y desarrollada, se nota la documentación del
autor en ella; la trama es el contrapunto de la Historia con mayúsculas.
¿Por qué, os preguntareis entonces, no me ha gustado?
Bueno, no sé si no era el momento de leer esta novela o es que yo no he sabido
comprenderla, pero desde luego me ha parecido un poco pesada. La primera parte
de la novela nos introduce en la época histórica por la que transcurre la
trama, pero para mi gusto hay un exceso
de discurso político en ella. No encontramos datos históricos que nos
lleguen a interesar sino que es casi un pequeño ensayo de las posturas
republicanas y monárquicas de la época. A mí me ha llegado a abrumar.
Por otro lado la narración no es muy fluida que digamos, no
porque el lenguaje fuera extravagante o rimbombante, sino que no llega con facilidad
al lector. Además, en muchas ocasiones, no sabía qué personaje era el que
estaba hablando en los diálogos. Ya sabéis, ese conocido recurso del autor de
utilizar el guion junto con el nombre del personaje, pues en esta ocasión no
está bien desarrollado. Y las pocas veces que lo hacía no utilizaba nombres
propios para ayudarte sino apelativos como: el faccioso, el hombre que acaba de
llegar… datos muy vagos que no aportaban mucha información y que te hacían
volver sobre tus pasos para ver a quién se estaba refiriendo.
Los personajes no está muy bien caracterizados o son muy,
muy listos, como el doctor Municio, o son muy tontos y obtusos, como el capitán
de la guardia. Son unos caracteres muy arquetípicos.
Para más inri, la
investigación de la muerte por parte del doctor Municio no aporta datos al
lector. El doctor se los va guardando para sí, para soltarlos después en su
exposición final.
Una novela que prometía mucho, tanto por la trama como por
la ambientación histórica, (conozco pocas novelas de intriga que transcurran en
esta época), pero que se ha quedado en una pequeña decepción.
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