martes, 4 de octubre de 2016

El virus de las palabras de Alena Graedon

El virus de las palabras / Alena Graedon ; traducción de Arturo de Eulate. — 1ª ed. — Barcelona : Ediciones B, 2015. — 490 p. ; 23 cm.

En cuanto leí la sinopsis de este libro supe que me tenía que hacer con él. ¿Un mundo en que no hay bibliotecas, ni libros? Mira que lo primero sería malo para mí, que soy bibliotecaria, pero encima un mundo sin libros, eso ya sería horrible. Así que no pude más que hacerme con él. La verdad es que después de leerlo te queda una sensación de desesperanza…

Sinopsis oficial:

Imagina un mundo en que los libros, las bibliotecas y los periódicos son parte del pasado. Un mundo en el que vivimos pegados a unos dispositivos portátiles que no solo nos mantienen en constante comunicación, sino que son tan intuitivos que hasta nos garantizan que encontraremos un taxi al salir de la oficina.
En ese mundo, Anana Johnson trabaja con su padre, Doug, en la edición de un diccionario de la lengua que nunca se imprimirá. Hasta que, una tarde, Doug desaparece y Anana descubre un código que aquel ideó para indicar que se encontraba en peligro. Su búsqueda la lleva irremediablemente a sótanos oscuros, pasajes subterráneos, reuniones secretas y los sagrados recintos del hogar espiritual de la palabra escrita.
Nos hallamos ante uno de los debuts más sorprendentes de 2014 en Estados Unidos, donde su publicación ha sido aplaudida por los principales críticos y medios del país.
Su planteamiento como distopía permite incluir la novela en una de las tendencias más en auge en los últimos tiempos, de la mano de uno de los autores con un futuro más prometedor.

Impresión personal:

Anana Johnson es la hija de un editor, Doug Johnson, en un mundo en que cada vez más las editoriales tradicionales se convierten en sedes digitales. El padre de Anana va a realizar la última edición en papel del NADEL, un diccionario lexicográfico muy conocido y con mucho prestigio en América. Pero un día el padre de Anana desaparece. Ella había quedado con él en un restaurante después del trabajo, Anana trabaja con su padre, pero este no aparece. Preocupada se va al edificio en que está la sede del diccionario y allí encuentra unos hechos extraños que la preocuparán. A partir de este momento la vida de Anana, y la de todo el mundo en el planeta, cambiarán. Un extraño virus se ha apoderado del planeta. Anana iniciará la búsqueda de su padre consciente de que encontrarlo será crucial.

Esta es una obra compleja, que te hará pensar y replantearte muchas cosas. También es compleja en cuanto al lenguaje utilizado, ya que en ocasiones hay referencias a Hegel, y subyace una subtrama filosófica un tanto difícil de asumir. También ocurrirá algo curioso con las palabras, pero no os puedo contar más para no desvelaros aspectos curiosos de esta novela.

Es una obra magnífica que conjuga la intriga con el mundo de ciencia ficción (un mundo distópico como se ha dado por definir últimamente, aunque una distopía que podría no estar muy lejos de convertirse en realidad, algo que da mucho miedito), la tecnología, y las palabras.

Tenemos dos narradores en primera persona. Por un lado será Anana la encargada de darnos su visión, y su versión de lo que ocurre. Y por otro lado, Bart, un ayudante de Doug, que nos cuenta la suya en forma de diario. Estas dos voces serán suficientes para darnos todo el conjunto de lo que ocurre. Además, al aportarnos su visión más personal se podrá apreciar la angustia, el pensamiento, las diferentes sensaciones de los personajes con lo que empatizarás muy bien con los dos.

Parece difícil mantener la tensión en una novela en la que no hay asesinatos y asesinos a los que perseguir y descubrir, pero la novela consigue engancharte por la cercanía de lo que ocurre, por ser una especie de visión de un futuro posible. Podría ocurrirnos esto mismo dentro de unos pocos años… y ese temor es el que te mantiene pegado a la silla.

Portada en ingles
Ya sabéis que yo no suelo hablaros de la estructura de la novela a no ser que sea importante, o curioso, para la trama, y en este caso lo es. Los capítulos se numeran por las letras del alfabeto anglosajón, y en cada una de ellas se realizan definiciones de palabras, es decir, nos muestra la estructura propia de un diccionario. Un toque interesante por parte de la autora.

La ambientación está muy bien lograda, algo no muy difícil porque no es una recreación de un mundo diferente al que conocemos. Pero llevar tu imaginación un poco más allá, plantearte qué puede hacer con nosotros la tecnología que nos rodea, tiene bastante mérito. Algunos pueden pensar que este planteamiento tan catastrofista es muy deprimente, y que sin investigación y nuevos descubrimientos el mundo no habría evolucionado y no sería lo que es ahora. Pero esta es una obra que te plantea hasta qué punto dependemos de la tecnología, si debemos dejar que invada tanto nuestras vidas.

Si os gustan las distopías, que no lo son tanto, si os gustan la intriga y las palabras como forma de lenguaje universal, acercaos a la obra de Alena Graedon. Os gustará y os turbará al mismo tiempo.

4 comentarios:

  1. Pues me has dejado muy intrigada, pero creo que en estos momentos -a pesar de que me gustan las distopías- no es una obra que me apetecería leer.
    Besos.

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  2. Ya sabes que cada novela tiene su momento. Yo te animo a que te la apuntes para "futuros momentos". :)
    Un besazo

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  3. La ciencia ficción se me hace difícil de leer, pero también he tenido buenas relaciones con otras que deseché en un principio. La apunto.

    MIl besos
    Yolanda

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