La señorita Pym dispone de Josephine Tey

La señorita Pym dispone / Josephine Tey ; traducido del inglés por Pablo González-Nuevo.  — [Madrid] : Hoja de Lata, 2019 .— 319 p.

Desde que leí La hija del tiempo, recomendada por Mónica Gutiérrez, a la que le di cuatro gatos en vez de los cinco que se merecía, decidí seguir pendiente de esta autora… Así que cuando vi esta obra me hice con ella. 

Además esta novela participa en el Reto Todos los clásicos grandes y pequeños en la categoría de Clásico en el que el personaje principal sea una mujer. 

Sinopsis oficial:

Tras convertirse de la noche a la mañana en escritora de éxito gracias a su libro de psicología popular, la menuda e insegura señorita Pym es invitada a dar una conferencia en Leys, la prestigiosa escuela de educación física para jovencitas situada en plena campiña inglesa. A primera vista, y a pesar del extenuante ritmo de estudios, todo allí resulta ideal: la segunda guerra mundial acaba de terminar, el aire de los jardines es vivificante, las jóvenes alumnas no pueden ser más inteligentes y amables y el variopinto profesorado resulta sugerente y cabal. Pero, bajo la atenta y analítica mirada de la señorita Pym, esa imagen de apacible rutina irá poco a poco desmontándose a partir de pequeños y enigmáticos incidentes que harán aflorar el lado menos amable del internado.

Un apasionante puzle de piezas desencajadas y giros inesperados que poco a poco irán dibujando un sorprendente desenlace.

Impresión personal:

La señorita Pym se ha hecho famosa tras escribir un libro sobre psicología. Cuando una amiga de juventud le pide que vaya a Leys, el colegio de educación física para señoritas que ella regenta, Lucy Pym acude encantada. Su estancia, que iba a ser de una noche, comienza a alargarse debido al interés que le producen las alumnas del último curso. Esta estancia idílica se verá interrumpida por un acontecimiento que acaba con la tranquilidad del internado.

Cuando empecé a leer la novela tenía la idea de que era una novela de intriga con algún misterio que resolver. Pero según transcurrían las páginas ese misterio no hacía acto de presencia. Pero esto no impedía que yo estuviera disfrutando de su lectura. Una lectura realmente interesante en la que vamos conociendo a las diferentes alumnas y profesoras del internado. Confieso que me costó bastante ubicar a cada una de ellas debido a la cantidad de personajes que lo forman, máxime cuando a veces se refería a ellas por el apellido y otras por el nombre. Pero una vez metida en la historia comienzas a conocer e identificar a cada una de ellas.

Josephine Tey consigue engancharte a la lectura mediante una sensación de fatalidad, de que algo malo va a ocurrir, y lo hace de una manera tan sutil, tan elegante que lo vas notando flotar en el ambiente y se te pega a la piel.

Cuando llega el momento en que realmente algo sucede, que casi es el último tercio de la novela, ya casi no te esperas que apareciera el misterio, pero compruebas que era algo inevitable según iban transcurriendo los acontecimientos. Y aunque será algo simple, aunque terrible, no puedes dejar de admirar la forma en que consigue envolverte hasta llegar al desenlace, del que os hablaré al final de la reseña.

Debo comentaros que me ha gustado todo en esta novela y, a esta sí, le daré sus merecidos cinco gatos. Josephine recrea un elenco de personajes, a cual más dispar, que no desentona nada con la ambientación y la atmósfera trágica que vas intuyendo. Las muchachas y las profesoras, que serán los personajes principales, están perfectamente perfiladas, sus caracteres no pueden ser más dispares y al mismo tiempo más reales. Tey juega además con el conocimiento, supuestamente, psicológico de la señorita Pym para ir definiéndote a cada muchacha o docente. Lucy se precia de conocer a las personas, pero el tiempo, y la novela, nos dirá si es así o no.

Y el final, ay el final, no quiero deciros mucho para no estropearos la sorpresa, pero me ha parecido no solo que está a la altura de las circunstancias, sino que lo supera. Es de esos finales agridulces que a mí tanto me gustan.

En definitiva, si no habéis leído La señorita Pym dispone no sé por qué, porque seguro que os encantará.