Último autobús a Woodstock / Colin Dexter. — Formato digital.
Esta novela se la vi por la blogosfera a una compañera bloguera. En principio me sirvió para conocer una serie televisiva, Endeavour, sobre los inicios de este curioso inspector de policía. Pero me apetecía leerla y, además, me viene muy bien para Todos los clásicos grandes y pequeños V, versión estandar, nivel 2, premisa clásico con medio de transporte en el título, la imagen de cubierta o que sea parte importante de la trama. Y esto lo tiene casi todo, por no decir todo...
Sinopsis oficial:
La primera de las míticas novelas protagonizadas por el Inspector Morse, en cuyos personajes se basa la serie Endeavour.«Lo importante es contemplar a estos personajes de carne y hueso, creíbles, nunca pueriles ni demenciados, deambulando por las calles de Oxford, investigando, dialogando con estudiantes y dons y con otros, y asistir a sus comedidas penas. Jamás son histriónicos ni incurren en estupideces (así es muy fácil que “ocurran” desgracias), uno está a gusto en su compañía. Quizá su falta de pretensiones, su honradez y su sobriedad los condenan hoy al ostracismo en nuestro país deslumbrado por la pedantería y los ademanes de genialidad» JAVIER MARÍAS
Impresión personal:
Dos chicas son vistas en la parada de autobús que va a Woodstock, pero al ver que va a tardar mucho en llegar deciden hacer autostop. Una de ellas no parece muy conforme, pero al final se van juntas. Cuando posteriormente aparece muerta una de las autostopistas es el inspector Morse el encargado del caso.
Morse es un inspector peculiar, podemos observar cómo se contradice en ocasiones, cómo tiene cambios de humor que desconciertan a su compañero Lewis y que le dan un carácter diferente al investigador de una novela de detectives.
Le vamos a seguir en la investigación del caso, a él y al sargento Lewis, y van a ir recurriendo a las pistas que van surgiendo. En la novela se nos hace ver que Morse se ha planteado desde el principio, o casi, quién es el asesino he intenta encajar las pistas que va descubriendo en el puzzle que tiene él en la cabeza. Y es el sargento Lewis el que intenta hacerle entrar en razón.
Es la primera vez que leo una novela de detectives en que el investigador sea tan cuadriculado. Pero en fin, eso también es original.
Por otro lado, no me ha gustado cómo, en ciertos momentos, se tomaba el tema de la violación con cierta frivolidad. Es cierto que es una novela escrita en los años sesenta, y no estaban tan sensibilizados como estamos ahora, pero es que es muy llamativo.
Me ha gustado la caracterización de los personajes, que tienen una personalidad muy definida, fijaros sino en Jennifer Coleby, y eso proporciona más intensidad a la novela.
Se respira un poco es ambiente medio hippie de los años sesenta en las relaciones personales de la gente con lo que el armazón de la historia está mejor sostenido.
¿Me ha sorprendido el final? Sí, la verdad es que no imaginaba quién podría haber sido y la resolución me descolocó...
Como último apunte, no he reconocido este maduro inspector Morse en el juvenil y extravagante Endeavour de la serie, pero en fin... la historia está bien y es entretenida. Os animo a acercaros a ella.