viernes, 27 de septiembre de 2024

Unas galletas de muerte de Joanna Fluke

Unas galletas de muerte : una novela de misterio de Hannah Swensen / Joanna Fluke ; traducción, Vicente Campos González. — 370 páginas ; 20 cm. — (Misterios de Hannah Swensen, 1)

Este es uno de los libros que gané en el reto del año pasado de Mónica Gutiérrez, Serendipia recomienda. Es una apuesta de la editorial Alma para editar libros de misterios agradables, blancos sin demasiado ensañamiento, cozy como se dice ahora (que parece que tenemos que poner un calificativo anglosajón cuando tenemos un lenguaje tan rico... qué se le va a hacer...).

Sinopsis oficial:

Hannah está ocupada intentado esquivar los intentos de su madre por casarla mientras dirige la panadería más popular de Lake Eden. Pero cuando encuentran a Ron LaSalle, el querido repartidor de periódicos muerto en la parte trasera de su panadería, su vida ya no puede ir a peor. Decidida a no dejar que aquello afecte a la reputación de su establecimiento y sus famosas galletas, se propone descubrir al asesino. Pero si no anda con cuidado, su dulce vida podría amargarse. Nadie te sirve un misterio tan delicioso y lleno de suspense como Hannah Swensen, la heroína pelirroja repostera de Joanne Fluke, cuyas galletas de jengibre son tan ácidas como sus réplicas.

Impresión personal:

Hannah es una repostera que tiene una tienda de dulces, en general galletas, llamada The Cokie Jar en su pueblo Lake Eden. Uno de esos múltiples y cotidianos días encuentra en el callejón al que da la parte posterior de su tienda a Ron, el repartidor de periódicos, muerto de un disparo. Hannah, que es muy inquieta, decide ayudar en la investigación a su cuñado Bill, oficial de policía y encargado del asesinato.

Hannah va a ser la protagonista de esta historia. Pero cuando os digo protagonista es PROTAGONISTA, es decir, se supone que el policía y el encargado del caso es su cuñado Bill, pero ella no le consulta apenas, en muy pocos momentos, y no le cuenta sus averiguaciones hasta que ya no puede evitarlo, es decir, cuando ya se ha metido en problemas. Y eso me ha parecido un tanto exagerado. Vale que ella es la "prota", pero hay momentos en que se mete en situaciones peligrosas y probablemente le habría venido bien  la ayuda de un poli, vamos digo yo. 

Al principio Hannah me parecía un poco cansina, no paraba de repartir galletas a todo el mundo, de hecho llegué a pensar que se arruinaría al ir regalándolas por ahí y el ver que todos los eventos que se celebran en el pueblo se celebran con galletas. 

La novela es ligera y divertida, Hannah va realizando sus investigaciones gracias a su posición privilegiada en cócteles en los que ella organiza el avituallamiento, o por las conversaciones que mantiene con las personas con las que se relaciona.

Por otro lado, la novela es entretenida, dulce (nunca mejor dicho) se van descubriendo las pistas con coherencia y no se sacan cosas de la manga, salvo justo en el momento final en que parece que su perspicacia se ha dormido.

Salvo Hannah, que a mí al principio me ha resultado un pelín exasperante, los demás personajes me han caído bien. Incluso su madre que es el prototipo de madre empeñada en buscar marido a su hija.

La edición, además, es muy original ya que te incluye las recetas de todas las galletas mencionadas en la novela, que no son pocas, con lo cual si eres un aficionado repostero te puedes dedicar a crearlas.

En definitiva, una novela encantadora, dulce (como sus galletas), con lectura fácil y bastante entretenida.



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