La casa de las miniaturas / Jessi
Burton ; traducción Carlos Mayor Ortega.
— [Barcelona] : Salamandra, 448 p.
Este es uno de los libros que me compré en la Feria del
Libro de Madrid, junto con Los misterios
de la gata Holmes, ya reseñado. La verdad es que llevaba casi un año en mi
estantería sin que le hiciera un hueco… hasta ahora. La reseña no se ha hecho
esperar tanto, jeje.
Sinopsis oficial:
Un día de otoño de 1686, una joven de dieciocho años llama a la puerta de una casa señorial en el barrio más acomodado de Ámsterdam. Nella Oortman se ha trasladado del campo a la ciudad para convivir con su marido, Johannes Brandt, un hombre maduro y distinguido comerciante que habita en la mansión en compañía de su hermana soltera y rodeado de fieles servidores. Como regalo de boda, Johannes obsequia a su flamante esposa un objeto muy de moda entre la gente pudiente de la época: una réplica de su propia casa en miniatura, que Nella deberá poblar con las figuras creadas por una desconocida miniaturista que ha encontrado por azar. Sin embargo, poco a poco, el amable pasatiempo se irá transformando en la clave de una serie de inquietantes revelaciones que conducirán a Nella a desenmascarar los secretos más oscuros de los actuales moradores de la casa —incluido su marido—, arrojando luz sobre los peligros que amenazan la supervivencia de su nueva familia.
Relato vibrante de ambiciones íntimas y sueños traicionados, La casa de las miniaturas logró un formidable éxito comercial en el Reino Unido —más de 100 mil ejemplares vendidos—, fue galardonada con el National Book Award y nombrada Libro del Año por las librerías Waterstones. Con admirable precisión, la autora recrea el ambiente de Ámsterdam a finales del siglo XVII, un mundo áspero y riguroso donde los gremios burgueses se enfrentaban al fanatismo religioso y la intransigencia del poder establecido. Una lectura inolvidable.
Impresión personal:
Nella es una joven de
dieciocho años que llega a Amsterdam a ocupar su lugar en su nueva casa como esposa de Johannes Brant. Su
matrimonio, realizado por poderes, le ha permitido conocer a su marido, pero no
mucho más. Al llegar a la casa recibe la desagradable sorpresa de encontrarse
con la hermana de su marido, Marin; Cornelia, la criada deslenguada y Otto, el
criado; peculiar tanto por su carácter como por su físico, ya que Otto es negro, algo no muy habitual en la rancia sociedad de los Países Bajos en
el siglo XVII. Johannes Bran, comerciante muy apreciado en Amsterdan, está de
viaje y, por tanto, no puede recibir a su nueva esposa en su hogar. Este hecho
deja a Nella triste, desubicada y muy
preocupada. Con el paso de los días el ambiente extraño, cerrado,
inquietante y un tanto claustrofóbico comienzan a pesar factura a Nella. Pocos
días después, con la llegada de Johannes, Nella recibirá como regalo de bodas una casa en miniatura. Es una réplica
idéntica a la casa en la que ha comenzado a vivir. Junto con la casa, Johannes
le entrega unos pagarés para que pueda ir amueblándola. Cuando Nella encuentra
a un miniaturista y le encarga una serie de figuras, recibe la desagradable
sorpresa de encontrar en el paquete, no solo su pedido, sino otras figuras que son un reflejo de lo que
ocurre en la casa.
Desde ese momento Nella empezará a obsesionarse con la
casa, las miniaturas y lo que el
miniaturista quiere darle a entender con las figuras.
Una novela de misterio, sí, porque no es necesario
encontrarse muertes para que haya misterio, en la que viviremos el proceso de
transformación que sufrirá Nella.
Pasando de ser una joven insegura a una verdadera matrona preocupada por los
suyos.
Son pocos los
personajes que pueblan esta novela, pero son tan misteriosos, inquietantes
y extravagantes que solo con ellos tenemos suficiente para que la obra nos
mantenga pendientes de su lectura. Por tanto no hace falta que os diga que
están bastante bien caracterizados.
La autora sabe crear una atmósfera extraña, oscura, tanto en el interior de la casa como en
las descripciones del exterior (la ambientación es magnífica en ese sentido).
Se percibe el resquemor de la gente en el siglo XVII ante las novedades,
extrañas a sus principios y a sus rígidas costumbres.
Según van llegando diversas figuritas Nella va haciendo sus
deducciones, que evidentemente irán variando según se desarrollan los acontecimientos.
El narrador utilizado es un narrador omnisciente, aunque creo que aquí tampoco habría estado
mal uno en primera persona. Pero es verdad que para ciertas escenas es
necesario este tipo de narrador. Aunque sea un narrador omnisciente no vamos a
saber más que la protagonista, iremos descubriendo las cosas junto a ella.
Sobre la novela pesa
una melancolía acorde con la historia, y el final no desmerece para nada con la línea marcada
por Jessie Burton.
Esta es la primera novela de la autora, pero creo que no se
aprecia ese detalle por ningún lado. Me parece una novela madura, reflexiva, pero para nada aburrida.
Os animo a conocer La
casa de las miniaturas, ¿os gustará lo que encontréis allí?