Las vidas que pudimos vivir de Mayte Blasco

Las vidas que pudimos vivir / Mayte Blasco. — Versión Kindle.

Hoy os traigo una novela autopublicada de una compañera de trabajo. Y sí, aunque dudéis de ello, voy a ser imparcial. La suerte que tengo es que está sentada a dos mesas de la mía, así que si no le gusta la reseña tendrá que tener muy buena puntería para darme con un bolígrafo si decide tirármelo, jeje.

Sinopsis oficial:

Cinco mujeres deben trabajar en la fundación creada a un reconocido pintor español del siglo XIX y deben hacerlo bajo unas condiciones francamente complejas, donde la hostilidad y la desconfianza se convierten en elementos intrínsecos del día a día. Cada una de ellas posee un cargo distinto, una mentalidad diferente y un pasado convulso, y estos tres conceptos tan aparentemente poco relacionados entre sí son los que, en realidad, generan la trama de la historia.
Susana es la becaria, una chica insegura que padece los estigmas de su aspecto físico. Violeta es la bibliotecaria, una joven reaccionaria proclive a sufrir decepciones por parte de sus seres más queridos. Diana es la museóloga, una madre que lucha por mantenerse junto a su hija en una sociedad consumida por la crisis. Paola es la jefa de ellas tres, una bella mujer que busca la felicidad a toda costa a pesar de los obstáculos que encuentra por el camino. Soledad es la presidenta de la fundación, una maquiavélica persona llena de odio que emplea sus armas para alcanzar sus objetivos aunque sean carentes de ética. El nexo que une estas cinco personalidades es el lugar en el que trabajan, un palacete madrileño donde la corrupción acapara más protagonismo que el arte.

Impresión personal:

Cinco mujeres totalmente diferentes van a coincidir trabajando en la Fundación Núñez de Prada, y desde allí conoceremos sus vidas y sus problemas a través de ellas mismas. Una becaría, una bibliotecaria, una museóloga, la directora cultural de la Fundación y la Presidenta. Cada una de ella nos hablará con su voz y nos contarán los hechos que ocurren dentro de la Fundación desde su propio punto de vista.

Este es un relato intimista y como tal no puede ser escrito de otra forma que a través de las voces de sus protagonistas. Por tanto será la narración en primera persona la que predomine en la novela. Cada capítulo, son seis, estará narrado por cada una de ellas. Nos contarán cómo entran a trabajar en la Fundación, pero también nos desvelarán sus vidas a través de pequeños flashbacks. Esto, por supuesto, ayudará enormemente para comprenderlas y entender qué les lleva a actuar de la forma en que lo hacen.

Como decía son cinco capítulos para cada una, pero habrá un sexto capítulo que será el broche y cierre final. Allí juntas, pero no revueltas, volveremos a encontrarnos con estas cinco mujeres y con cinco párrafos para cada una. Iremos encontrando, a modo de epílogo, qué ha sucedido con sus vidas después del momento culminante en que “chocaron” cada una de ellas.

Con una narración clara, precisa, intimista y cercana, Mayte Blasco consigue ponerse en la piel de cada una de sus protagonistas que no son solo lo que sus profesiones demuestran, sino que cada una de ellas esconderá una decepción, una depresión, una enfermedad, etc. No voy a ahondar mucho en ello para no romper la magia de la historia.

La novela comienza con la visión de la becaria, y la tensión irá aumentando a medida que vamos conociendo los tejemanejes de las personas implicadas en la Fundación. En ella ocurrirá un hecho que será trascendental para la vida de cada una de ellas, y ese hecho será clave en sus vidas.

Me ha sorprendido enorme, y muy gratamente, la capacidad que ha tenido Mayte para meterse en la piel de todas y cada una de ellas. Y eso que alguna era para “echarle de comer aparte”. Ese conocimiento profundo de la personalidad ha sido magnífico. Toda la novela te lleva a esperar con ansia llegar al capítulo dedicado a la Presidenta de la Fundación. Qué le puede ocurrir a esta mujer para ser así. El capítulo cinco es realmente IMPRESIONANTE. Y… no puedo contar más.

Las complejas relaciones personales que van surgiendo, los problemas que se plantean, la extraña personalidad de la Presidenta… son parte de la trama de esta novela que llama mucho la atención.

Y para que no penséis que todo son flores para mi compi de curro, os contaré un pequeño detalle con el que no he estado de acuerdo. Un pequeño fallo en la trama, que no sé si es por desconocimiento o porque no podía dejar de hacerlo de esa forma para que encajara en la historia pensada para ese personaje. Una de esta mujeres debe ausentarse del trabajo unos días por una cuestión, que no puedo desvelar. Posteriormente esa ausencia se prolongara un poco más; pero yo sé fehacientemente que la causa que provoca esa “baja laboral” no es tal. No sucede en la vida real, y ese pequeño “invento” me chocó un poco en una historia tan bien desarrollada y construida. No sé si no se le ocurrió otra “excusa” para esa baja laboral o es que aún sabiéndolo no pudo dejar de escribirlo… Probablemente no sea perceptible para todos, pero ya sabéis que yo soy un poco quisquillosa. Dede luego esto no es óbice para que no os acerquéis a leerla.

Una novela que me recuerda un poco a Alejandro Palomas, intimista, familiar (en este caso no en el sentido estricto claro, porque aquí no hay una familia en el sentido literal de la palabra), con un inquietante personaje que sobrevuela por la atmósfera de toda la novela. Y cierta dosis de intriga que te dejarán con un buen sabor de boca. Enhorabuena Mayte, ya estoy esperando que publiques una segunda.