jueves, 29 de junio de 2017

La mansión de los gatos de Jiro Akagawa

La mansión de los gatos / Jiro Akagawa ; traducción del japonés de  Bárbara Pesquer Isasi. — San Fernando de Henares, Madrid : Quaterni, D.L. 2017. —400 p. ; 23 cm.

Los que me seguís habitualmente sabréis que el año pasado leí la primera novela de esta serie de la gata Holmes y me encantó. En cuanto me enteré que habían editado una segunda novela (no es la segunda cronológicamente, eso lo explican en el prólogo, es en realidad la tercera; por qué Quaterni ha decidido publicar esta sin haber publicado la anterior es un misterio para mí) no dudé en hacerme con ella. Ahora os cuento mis impresiones.

Sinopsis oficial:

El detective Katayama de la Comisaría Central Metropolitana, viaja junto a su hermana Harumi a una pequeña ciudad residencial situada a las afueras de Tokio. Su objetivo es conocer el nuevo apartamento de su colega Ishidzu, un policía que quiere casarse con Harumi. Una vez en la pequeña ciudad comprobarán que su expansión es inevitable pues los dueños de la empresa constructora pretenden absorber los terrenos que ocupa una pequeña aldea tradicional colindante. Sin embargo, la propietaria de los terrenos, una misteriosa mujer que vive en una mansión rodeada de gatos, se niega a venderlos. Cuando, días después, la mujer aparece salvajemente asesinada junto a varios de sus gatos, los dos detectives deberán resolver el homicidio. Lo que en principio parecía un asesinato por motivos económicos, pronto comienza a complicarse, pues a medida que avanzan las investigaciones, aparecen más cadáveres y todo apunta a que los crímenes están siendo cometidos por bakeneko, gatos fantasma capaces de tomar forma humana que están llevando a cabo su sangrienta venganza. ¿Pero de quién y por qué quieren vengarse los felinos? ¿Se trata en realidad de gatos fantasma o todo tiene una explicación racional? Así comienza esta nueva entrega de Los misterios de la gata Holmes, un auténtico fenómeno editorial mezcla de comedia e intriga que ha vendido millones de ejemplares en Japón y ha convertido a su personaje, la gata Holmes, en uno de los más populares y queridos de la ficción nipona.


Impresión personal:

Katayama está de visita en casa de su colega Ishidzu junto con su hermana Harumi, cuando reciben la visita de un antiguo policía para contarles un suceso ocurrido con los niños en el parque. Al poco se descubre un asesinato en una casa cercana a la de Ishidzu, y junto al cadáver de la anciana propietaria de la casa aparecen once de sus gatos. Katayama recibe el encargo de investigar lo sucedido…

En esta ocasión vemos un Katayama mucho más evolucionado. Ya no es tan sensible, aunque sigue desmayándose a la vista de la sangre y sigue con su temor hacia las mujeres, pero es menos “mindundi” y es más profesional, más seguro de sí mismo en esos aspectos. Quizá ha perdido ese aire inocente que me hizo “quererle” en la novela anterior. También es verdad que al no disponer de la segunda novela de la saga vemos una evolución mucho más marcada que si hubiéramos podido acceder al segundo libro.

En esta ocasión Katayama está acompañado por Ishidzu, tan peculiar como él ya que este detective tiene un miedo atroz a los gatos… y ¡claro! Katayama no puede prescindir de Holmes en sus pesquisas. También tomará mucho protagonismo en esta novela su hermana, Harumi, que parece estar iniciando una relación con Ishidzu. Sus aportaciones serán tan interesantes como las de nuestra querida Holmes.

En esta ocasión los cadáveres se van sucediendo unos a otros, y las teorías de los detectives van variando con cada luctuoso descubrimiento (desde pensar que han sido gatos fantasmas, bankenko, muy tradicionales en la cultura japonesa, hasta otras teorías diferentes). Volvemos a encontrar a Katayama en compañía de una misteriosa joven, y volvemos a ver cómo su torpeza con las mujeres le mete en algún que otro lío. Pero no solo le encontraremos acompañado de una hermosa joven, sino que tendrá que solventar un par de “problemillas” relacionados con las mujeres que le rodean. Estas serán las ocasiones en que encontraremos esos toques de humor característicos de Akagawa.

La resolución del caso, con un asesino inesperado, es totalmente coherente y acorde con las pistas. Y Holmes será clave para descubrirlo. Pero debo deciros que en esta ocasión he encontrado menos humor que en la primera novela.

En definitiva, una evolución tanto en el personaje de Katayama, no sé si para mejor o peor (a mí me parece que le faltaba esa chispa que le encontré en la anterior ocasión…), y una evolución en el tratamiento de la obra al perder un poco el sentido del humor del que hacía gala en la primera novela. Eso no quiere decir que no me haya gustado, pero quizá me parece mejor la primera. Espero que a pesar de mis pequeños “peros” os atreváis a acercaros a conocer a Holmes y su pequeña familia. 


11 comentarios:

  1. Me encanta Holmes!
    Para mi no hay peros que valgan, mi nivel de exigencia baja ante una novela negra-parda (de noche todos los gatos son..., jajaja) con gata incluída. Me encantaron ambos libros, es más, quiero un tercero pronto.

    Un besito carinyet! 💋

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    1. A mi también me encanta Holmes, espero que saque más libros, como tú dices... jeje.
      Un besazo

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  2. Me encanta Holmes!
    Para mi no hay peros que valgan, mi nivel de exigencia baja ante una novela negra-parda (de noche todos los gatos son..., jajaja) con gata incluída. Me encantaron ambos libros, es más, quiero un tercero pronto.

    Un besito carinyet! 💋

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  3. Yo últimamente ando bastante sumergida en la literatura oriental o ambientada por aquellas tierras, pero reconozco que esta saga no es de las que más me llaman la atención (el humor por escrito y yo no acabamos de congeniar).
    Besos.

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    1. En esta segunda entrega hay menos humor, pero no es que sea algo excesivo en la primera. Te animo a que la leas.
      Un besazo

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  4. Este libro lo reseñó por el blog MB así que no he comenzado la saga, y no creo que lo haga a corto plazo porque tengo que rentabilizar lecturas y leer cosas que pueda reseñar, pero la verdad es que me llama mucho la atención. Lo de publicar la tercera saltándose la segunda son decisiones editoriales que de cara al lector no tienen ningún sentido. Muchas editoriales se saltan volúmenes y publican lo que es más comercial o tiene mejores críticas ignorando el orden, y es algo que no comparto en absoluto.

    ¡Besote!

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    1. Recuerdo la reseña y que además fue una recomendación que hice al reto de Serendipia recomienda y que aceptásties :)
      Yo creo que al saltarse el segundo no vemos la evolución de Katayama y en este se nota demasiado que es más serio.
      Un besazo

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  5. A mí me gustó esa evolución de Katayama, porque en la primera llegó a ponerme un poquito de los nervios. Ojalá sigan trayéndonos más gata Holmes ;-)
    Besos.

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    1. A mí me resultó muy refrescante conocer a un Katayama tan remilgado, tan tiquismiquis, jeje. Y es verdad que es natural que evoluciones, no podría seguir siendo así de rarito en una saga tan larga. Lo malo es que como no hemos podido leer el segundo la evolución ha sido muy drástica para mí... hubiera preferido que hubiera sido más natural. Que seguro que por eso el segundo es fundamental.
      Un besazo

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  6. Me acuerdo de tu reseña de la gata Holmes y recuerdo que me anoté el libro porque me hizo tilín el tema gatos y el sentido del humor que tú comentabas. Todavía la tengo pendiente de lectura, pero llegaré a ella, seguro. Aunque si nos dices que en esta segunda/tercera parte el personaje pierde chispa y sentido del humor... pues ya no me hace tanto tilín. Bss

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  7. No es que pierda chispa exactamente, es que es menos "torpe", ha evolucionado... pero te recomiendo que leas la primera y si te animas... pues sigues. ;)
    Un besazo

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