martes, 8 de julio de 2025

El amor de un hombre de cincuenta años de Anthony Trollope

 

El amor de un hombre de cincuenta años / Anthony Trollope ;  traducción de Alma Fernández Simón y Maite Roig Costa. — Segunda edición, junio 2018. — Madrid : Editorial Funambulista, 2018. — 279 páginas ; 22 cm.

Me leí un relato de Navidad de Trollope en un recopilatorio que me gustó mucho y me hizo leer más de él. Posteriormente me leí La señorita McKenzie y El Custodio (la primera de su ciclo de Barchester) que me confirmaron que me gustaba. Pero este año he leído Lady Anna, que aunque me gustó no llegó a la altura de los otros dos. Y ahora vengo con este que es, de todos, el peor para mi gusto. Con esta novela, además, cierro el nivel 3 del reto Todos los clásicos grandes y pequeños VI, versión estandar, con la premisa: título en el que al menos se repita una palabra.

Sinopsis oficial:

El rico, soltero y quincuagenario William Whittlestaff ―que en más de un aspecto podríamos identificar con el mismo escritor―, para mantener la promesa de cuidar a la hija de un amigo gravemente enfermo, acoge en su residencia de Hampshire a la joven Mary Lawrie, de veinticinco años. La decisión la toma a pesar de la oposición de la anciana y demasiado franca ama de llaves, la señora Baggett, quien, con toda razón, supone que el «hombre mayor» se enamorará perdidamente de la recién llegada. Según estas previsiones, Whittlestaff pierde la cabeza por la joven y pide su mano, sin darle ninguna importancia a la diferencia de edad o a la historia de amor que la chica tuvo con John Gordon, joven estudiante sin dinero que había ido al extranjero a buscar suerte y que vuelve con una considerable fortuna de Sudáfrica y con la firme decisión de reanudar la relación amorosa con Mary interrumpida unos años antes. Con gran precisión estilística y una perfección extraordinaria en la delineación de los personajes, tanto principales como secundarios, Anthony Trollope ―junto con Dickens, probablemente uno de los escritores más representativos de la época victoriana― confirma en El amor de un hombre de cincuenta años, su última novela, que nunca vio publicada, todo lo que de él dijo Henry James cuando declaró que el gran mérito de Trollope fue su capacidad de llegar a sentir lo cotidiano en todos sus aspectos.

Impresión personal:

William Whittlestaff es un hombre de cincuenta años (el título ya nos lo advertía) que acude en ayuda de la hija de un amigo que queda huérfana al morir su madrastra. Debido a esta circunstancia decide acogerla en su casa como una hija. Al ama de llaves, la señora Baggett, no le hace gracia esta situación porque ella cree que su señor se acabará enamorando de la jovencita y querrá casarse con ella, y ella no soportará tener a una muchacha tan joven dándole órdenes.

Mary está enamorada de John Gordon, un joven sin dinero al que su madrastra despreció y que despareció de su vida a pesar de que ella sentía que era correspondida. 

Un año después de su estancia en la casa del señor Whittlestaff este le pide matrimonio y ella no sabe qué hacer. La señora Bagget le muestra que debe hacer lo que él quiere, que no importa lo que ellas quieran y que encima debe hacerlo porque está en deuda por él por haberla acogido en su casa. Presionada Mary accede y se promete a él en matrimonio, pero le cuenta al señor Whittlestaff lo que siente por John Gordon. Un día después del compromiso aparecerá en la casa John Gordon, que ha vuelto de Sudáfrica con una fortuna, para pedir en matrimonio a Mary.

Esta novela, como la anterior que leí de él Lady Anna, va a tratar el tema del matrimonio y las promesas hechas. Pero en esta ocasión será diferente ya que la promesa no se hizo a la persona amada.

La verdad es que no sé cómo Trollope ha podido sacar una novela girando únicamente sobre este tema. Porque toda la novela es sobre ello. Las dudas del señor Whittlestaff sobre su decisión, si debe dejarla libre para casarse con el hombre que ella ama, si será lo suficientemente bueno para ella, etc. A eso se añade la presión social de verse, de nuevo, rechazado por una mujer.

Es cierto que nos muestra la precaria situación en que quedaban las jóvenes de esa época cuando se morían sus parientes directos, o eran acogidas por caridad en casa de conocidos o tendría que acabar trabajando de institutrices o gobernantas en casa de alguien. Y en este caso Mary tiene pavor en acabar en una situación así, por eso acaba aceptando la propuesta de matrimonio.

No puedo decir que me haya gustado. En esta ocasión me ha parecido que utilizaba un lenguaje enrevesado, o giros enrevesados, que me complicaban seguir los argumentos. Me ha gustado el argumento que expone John Gordon al señor Whittlestaff cuando intenta convencerle de que deje libre a Mary.

La postura de Mary es totalmente coherente para la época,. Ella ha hecho una promesa y no se desdecirá de ella a no ser que la dejen libre. Pero sacrificará su vida y su felicidad por mantenerla.

Como os decía admiro la maestría del autor para poder desarrollar una novela dando vueltas todo el rato a lo mismo. Mostrándonos los pensamientos de cada uno de los implicados, incluido el de la señora Baggett. Pero como os decía al principio no me ha gustado mucho. 

Los personajes están muy bien representados y caracterizados y reflejan las costumbres y vida de la gente en esa épcoca.

En definitiva, una historia que para mí, pasará sin pena ni gloria.



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