lunes, 21 de agosto de 2017

El jilguero de Donna Tartt

El jilguero / Donna Tartt. — Versión Kindle.

Tengo los tres libros de Donnna Tartt en el Kindle desde hace mucho tiempo, como mínimo año y medio o así. Nunca encontraba el momento para empezar con ellos porque, claro, son larguísimos. El tamaño de una novela nunca ha sido óbice para que me pusiera con ella, pero no sé qué me pasaba con esta. Finalmente me decidí y empecé a leerla. Al principio, con las primeras páginas, estuve casi a punto de abandonarla. Menos mal que no lo hice.

Sinopsis oficial:

Donna Tartt ha puesto al día las reglas de los grandes maestros del siglo XIX, siguiendo a Dickens pero también a los personajes de Breaking Bad, para escribir El jilguero, probablemente el primer clásico del siglo XXI.

El jilguero ha sido galardonada con el Premio del Círculo de Críticos Nacional del Libro en 2013 y con el Premio Pulitzer a la mejor obra de ficción en 2014
.

Al empezar El jilguero vamos enfocando una habitación de hotel en Amsterdam. Theo Decker lleva más de una semana encerrado entre esas cuatro paredes, fumando sin parar, bebiendo vodka y masticando miedo. Es un hombre joven, pero su historia es larga y ni él sabe muy bien por qué ha llegado hasta aquí.

¿Cómo empezó todo? Con una explosión en el Metropolitan Museum hace unos diez años y la imagen de un jilguero de plumas doradas, un cuadro espléndido del siglo XVII que desapareció entre el polvo y los cascotes. Quien se lo llevó fue el mismo Theo, un chiquillo entonces, que de pronto se quedó huérfano de madre y se dedicó a desgastar su vida: las drogas lo arañaron, la indiferencia del padre lo cegó y sus amistades le condujeron a la delincuencia. Su historia tuvo la ocasión de llegar a su final, en el desierto de Nevada, pero no. Al cabo de un tiempo, otra vez las calles de Manhattan, una pequeña tienda de anticuario y un bulto sospechoso que va pasando de mano en mano hasta llegar a Holanda.
Impresión personal:

La obra empieza con Theodore Decker en un hotel de Amsterdam. Theo nos cuenta que lleva una semana allí, sin salir, desconectado y desesperado, esperando algo que no sabemos qué es. A partir de ese comienzo Theo empieza a rememorar su vida desde el momento crucial que hizo que esta cambiara. Un Theo de trece años se refugia de la lluvia en el museo de arte, su madre está con él. Desgraciadamente hay un atentado en el que su madre resulta muerta y Theo sale del museo herido y con el cuadro de El jilguero de Fabritius bajo su mano, después de que un anciano le indicara que se lo llevara.

Esta va a ser la historia de Theo, su vida después del atentado, su periplo con el cuadro y cómo su vida se ve trastocada y destrozada después de la terrible tragedia ocurrida.

Esta es una novela larga, larguísima, de más de mil páginas, pero si os digo la verdad, en un momento dado, no puedes dejar de leer. Donna Tartt consigue engancharte desde el primer momento para saber qué le va a suceder a Theo, qué va a hacer con el cuadro, qué será de su vida después de la tragedia. Y te engancha de la forma más “tonta”, con la curiosidad; sí, porque no es un libro en el que haya mucha acción (que también la hay, pero es medida y mesurada), y desde luego no va a ser un libro trepidante. Es un libro para “masticarlo”, ya que vamos a encontrar descripciones largas y delicadas, y que a pesar de ello no nos parecerán aburridas o tediosas. Se regodea en las escenas, los momentos, los describe hasta el último detalle y, a pesar de todo, tú sigues enganchada.

No me gusta mucho hablar del lenguaje en el libro en que he leído una traducción, porque parte del mérito o desmérito será del traductor; pero me imagino que habrá sido fiel al lenguaje utilizado por la autora y debo comentar que es un libro bastante elaborado. No es difícil, ya que no utiliza un lenguaje rimbombante, pero sí puedo decir que es un escalón por encima de lo que consideraríamos un lenguaje sencillo. Una cosa que no me ha gustado nada, y que por supuesto es culpa de la traducción y del corrector de estilo, es que utiliza la expresión “de sobras” cuando lo correcto sería utilizar “de sobra”, sobre todo en una obra de esta categoría.

Los personajes están muy, muy bien definidos, son parte de la belleza de la obra. Son carismáticos, tienen sus luces y sus sombras y son creíbles. Hay bastantes, ya que es una obra larguísima, pero no nos perderemos porque al ser una novela mesurada, no voy a decir lenta jeje, tendremos tiempo para conocerlos.

El narrador, como dije al principio, es Theodore, con lo cual le conoceremos bastante bien. Nos dejara conocer todas sus dudas, sus comeduras de cabeza, sus problemas, y todo ello desde una perspectiva psicológica bastante bien elaborada.

Es una novela que habla mucho del mundo del arte, de la clase alta neoyorkina, de la clase baja, del mundo de las drogas, etc. Hace un buen retrato de una sociedad que debe conocer muy bien.

El final me ha gustado mucho y está muy acorde con la historia, aunque debo decir que contiene unas reflexiones filosóficas que no han llegado a conectar conmigo del todo, pero que creo que son parte del personaje de Theo, con lo cual no desentonan.
 
En definitiva, no me extraña que le hayan concedido el Pulitzer porque es una novela muy, muy interesante, reflexiva, intimista, pero también contiene una trama que te inquieta y te engancha de una forma tal que no puedes dejar de leer para ver qué va a suceder con Theo y, sobre todo, qué va a pasar con el famoso cuadro.


10 comentarios:

  1. ¡Hola! Es un libro que llevo queriendo leer desde que se publicó, así que me alegro de que te haya gustado, y todo lo que dices en la reseña solo hace que tenga más ganas de leerlo. Si te digo la verdad, lo que más me echaba para atrás son esas afirmaciones tajantes de "nuevo clásico", porque a veces forma parte de estas campañas de marketing tan agresivas, pero parece que en esta ocasión es cierto. Gracias por tu reseña. ¡Besos!

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    1. Sí, la verdad es que esa etiquetas echan un poco para atrás, yo no sé si será "un nuevo clásico", pero está muy, muy bien. Espero que te guste si te animas a leerlo.
      Un besazo

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  2. Yo también quiero leerlo hace tiempo, lo tengo en casa, pero la verdad que con estos libros en los que las expectativas suben tan alto, prefiero esperar una buena temporada (un puñado de años, normalmente) para meterles mano. Y tengo que reconocerlo, las mil y pico páginas también me echan para atrás.
    Besos.

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    1. Hola Mara, la verdad es que sí que es verdad que las mil y pico páginas echan un poco para atrás... pero una vez puestos se te pasa en un pis pas...
      Espero que te decidas, y te acabe buscando.
      Un besazo

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  3. Hola!

    Yo también le sigo la pista desde hace tiempo pero su extensión y mi falta de tiempo me van haciendo aplazarlo.

    Un beso

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    1. Yo no sé qué le pasa a este libro que cuesta ponerse con él, jeje...
      Espero que te decidas, la verdad es que está muy bien
      Un besazo

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  4. Esta reseña llega en el momento perfecto, porque desde que leí otro libro hace poquito donde se nombra el cuadro de El Jilguero, estoy empeñadísima en leerlo. Realmente lo tengo en la wishlist desde hace siglos, pero es tan gordo que lo voy posponiendo... y tengo que ponerle remedio. Tengo que leerlo ya, y tu estupenda reseña me lo confirma.

    ¡Besote!

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    1. Muchas gracias a ti por el comentario. Espero que cuando te pongas con él te guste tanto como a mí.
      Un besazo

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  5. Es uno de mis eternos pendientes por las connotaciones que tiene sobre el arte, pero me frena el número de páginas que tiene. Besos

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    1. Pues te animo a que te lances porque está realmente bien. Una vez que te adentras en él no recuerdas el número de páginas.
      Un besazo

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