Después del funeral / Agatha Christie ; traducción de C. Peraire del Molino. — Barcelona : Planeta deAgostini, 2022. — 270 páginas ; 24 cm.
Tocaba ya una de Agatha Christie que hacía tiempo que no os traía nada. En esta ocasión una de las novelas que más recuerdo, además recuerdo algunas imágenes de la peli protagonizada por David Suchet.
Sinopsis oficial:
Tras la muerte inesperada del millonario Richard Abernethie, su familia se reúne para leer el testamento: los bienes se repartirán entre los integrantes a partes iguales, aunque algunos no parecen satisfechos con este acuerdo. Cuando Cora, la hermana de Richard, asegura que este ha sido asesinado, todos lo atribuyen a su excéntrico carácter y no le dan importancia. Sin embargo, al día siguiente Cora es brutalmente asesinada, y sus palabras toman un nuevo matiz. Cada uno de los integrantes tenía una razón para quedarse con su parte de la herencia y ninguno tiene una coartada convincente. ¿Quién ganaba más con las dos muertes? Hércules Poirot se encargará de resolver este crimen en el que las apariencias engañan.Impresión personal:
Durante el funeral de Richard Abernethie su hermana Cora, que siempre ha sido un tanto excéntrica y suele saltar frases incómodas, pregunta con absoluta naturalidad; "Pero, Richard fue asesinado, ¿verdad?". Los presentes se sienten incómodos ante esa frase, pero ninguno se lo toma en serio hasta que al día siguiente Cora aparece asesinada a hachazos en su propia casa de vuelta del funeral.
El abogado de la famlia, el señor Entwhisle, no puede evitar sentir cierto resquemor ante esta tesitura así que decide pedir opinión a su amigo Hércules Poirot.
En esta ocasión, y como llega pasando en las últimas novelas, Poirot no hace su aparición hasta bien entrada la novela, concretamente en el capítulo siete, para luego ir dosificando su intervención poco a poco. Creo que nuestra Agatha demostraba así que estaba harta de nuestro querido detective y lo metía cuanto más tarde podía.
Aquí vamos a encontrar al típico familiar rico que deja una herencia sustanciosa entre sus familiares y que hace que estos sean el foco de la polémica. ¿Murió Richard envenenado? si fue así ¿quién y cómo lo hizo? ¿dónde estaban todos los implicados cuando murió Cora?
Los sospechosos será variopintos: el único hermano vivo de Richard, Timothy, se lamenta de ser un "pobre inválido" que necesita constantes cuidados, pero que que cuando quiere se puede pasear por el pueblo para conseguir lo que necesita. Su mujer Maude, es una mujer fuerte y decidida que le cuida como si fuera un hijo y le permite ese toque de tiranía sin protestar. George Crossfield es el único sobrino varón de Rober, pero ha resultado ser una decepción para su tío (un gran hombre de negocios). Susan Banks, que tiene el mismo carácter del fallecido y podría haber sido su heredera, resulta que se ha casado con un hombre con problemas mentales. Rosamund, otra sobrina, es una mujer que recuerda un poco a Cora, soltando verdades como puños, pero que está centrada en el teatro y en poder proporcionar a su marido el dinero suficiente para poder montar una obra. Helen, la viuda de Leo Abernathie es la única que parece no tener motivos, ¿o sí? Y ¿qué ocurre con la señorita de compañía de Cora, la señorita Gilchrist que fue la que encontró el cadáver a la vuelta de dejar unos libros en la biblioteca del pueblo? ¿Sabe ella algo que no cuenta?
Bueno pues con todos estos personajes va a jugar Agatha al despiste para que sospeches hasta del apuntador. Evidentemente no os voy a contar quién lo hizo, (eso lo veréis en la parte inferior después de la valoración gatuna), pero es una novela disfrutable, como todas las de la autora en general.
Las pistas están ahí para quien quiera encontrarlas, puede que alguna se un tanto puntillosa, pero no se puede decir que no aparezca. Y nuestro detective acabará encontrándolas.
¿Curiosidades de Poirot? Sí, sigue habiéndolas y os la cuento. Aparte de su tardía aparición, como ya os he contado, se comenta que la única afición que le queda al detective después de su retiro es la "buena mesa" (Agatha debía ser consciente ya de que lo de "cultivar calabazas" era repetitivo), esta ya salió en la novela anterior. El inspector encargado del caso, Norton, ha reconocido a Poirot y le dice que le conoce del caso Pangbourne, que me da a mí que no es una novela de la Chrisite. Y, aunque es algo muy típico de Poirot cotillear detrás de las puertas, en esta ocasión vemos cómo se introduce en la casa, sube hasta la habitación del finado y se esconde en una alacena de la cocina, para comprobar la facilidad con que se puede mover un desconocido por ahí. Pero ver a Poirot metido en una alacena debe ser toda una curiosidad. Y una ya también típica es su indignación porque la generación joven ni siquiera le conozca de oídas, ya no su reputación, sino su nombre.
En definitiva, una historia que recordaba a la perfección, peor que me ha gustado leer y disfrutar de ella.
Año de publicación: 1953
Narrador: omnisciente
Detective protagonista: Poirot
Asesino: la señorita Gilchrist
Victima/s: Cora Abernathie. (A Rober Abernathie no se le puede considerar como tal porque muere de muerte natural)
Móvil: un cuadro que compró Cora que es de un pintor famoso
Modus operandi: mata a hachazos a Cora
Coartada: hacerse pasar por Cora en el funeral, soltar la frase para hacer que sospechen de que Richard murió asesinado y así la muerte de Cora parece un efecto de la anterior.




Jejeje Cada vez que leo algo de Poirot, la imagen que tengo en mente es la de David Suchet, me parece que lo interpretaba de forma perfecta.
ResponderEliminarLa verdad es que las historias en que el detective tarda tanto en salir suelen gustarme menos... Aunque imaginármelo en una alacena será divertido jejeje
Un beso, Nitocris.