El hombre prehistórico también es una mujer / Marylène Pathou-Matis.
Ya solo con el nombre este libro llama la atención y cómo no, no pude evitar ponerme con él.
Sinopsis oficial:
Una deslumbrante investigación hasta los orígenes del ser humano para sacar a la mujer de la caverna.«Un ensayo tan erudito como reivindicativo. [...] Patou-Mathis muestra que el cambio de la mirada sobre la prehistoria no depende solo de la ciencia, sino de la perspectiva.»
Guillermo Altares, Babelia
No, las mujeres prehistóricas no se pasaban el día barriendo la cueva y cuidando de los hijos mientras esperaban que los hombres regresaran de cazar. Ellas también perseguían a grandes mamíferos, fabricaban herramientas y joyas, construían viviendas y exploraban formas de expresión simbólica. Los vestigios arqueológicos demuestran que las mujeres neandertales usaban la lanza; gracias al análisis del ADN sabemos que algunos esqueletos enterrados con sus armas pertenecían a jóvenes robustas que cazaban, y también está atestiguada su intervención artística en las paredes de las cuevas. Tampoco hay indicios de que, en las sociedades del Paleolítico, un periodo que se extiende durante cientos de milenios, se considerara a las mujeres inferiores y subordinadas a los hombres. ¿Por qué, entonces, sigue vigente la imagen que divulgaron los primeros prehistoriadores en el siglo XIX?
Basta retroceder en el tiempo para comprender que la jerarquización entre los géneros solo se fundamenta en prejuicios que es urgente deconstruir. De la mano de una de las mayores especialistas en el comportamiento de los neandertales, esta fascinante investigación de arqueología de género nos revela una prehistoria como nunca la habíamos leído.
Impresión personal:
En esta obra la antropóloga Pathou-Matis nos va a mostrar que el estudio de la prehistoria ha estado cargado con el tinte del patriarcado. Todo se ha visto desde ese punto de vista, cualquier rasgo, cualquier acontecimiento que tuviera relación con la fuerza, la habilidad con las armas, o incluso el valor, ha sido asociado al hombre y nunca se llegó a pensar que pudiera haber sido hecho por una mujer. Ella va a mostrarnos evidencias, pocas porque se ha empezado a "mirar con otros ojos" hace poco, que mostraran ese error.
Nos va a contar cómo en la Prehistoria los propios pobladores no tenían esa visión sexista que tenemos hoy en día y nos mostrará cómo se llegó a ella.
Un ejemplo de ello lo encontramos con la tumba de un guerrero vikingo que fue enterrado con sus posesiones materiales, armas y demás, y siempre se asoció con un varón hasta que un estudio de la pelvis demostró que era una mujer. Algo similar ocurre con las pinturas de manos del arte rupestre, siempre asociadas a que fueron realizadas por hombre, cuando algunas de ellas lo hicieron las féminas.
La ciencia se basaba en el dimorfismo sexual para adjudicar un esqueleto a un hombre o una mujer sin tener en cuenta que en los humanos ese dimorfismo sexual no es tan señalado y que podría haber mujeres robustas que se han confundido con hombres.
El libro se divide en cuatro capítulos, bastante amplios con subdivisiones que no os voy a mostrar, en los que encontraremos: "Visión novelesca de las mujeres prehistóricas", "Contexto histórico e intelectual de la aparición de la prehistoria como disciplina científica" (en este capítulo encontraremos mucho de esa visión antropocéntrica del varón, que ya os he comentado antes), "La mujer prehistórica a la luz de los nuevos descubrimientos y la arqueología de género" y finalmente: "Eternas rebeldes" en el que hará un repaso de la historia de las mujeres a lo largo de los siglos. Finalizará con un Epílogo bastante interesante.
Es una obra divulgativa, muy bien documentada, algo científica en ocasiones, pero bastante interesante para ver con nuevos ojos cómo va avanzando la sociedad y cómo debemos mirar con otros ojos todas las ciencias (hace poco también os traje una sobre la mujer en la medicina: Mujeres invisibles para la ciencia). Esperemos que esta sea la punta del iceberg y se empiecen a mirar las ciencias con otros ojos,
Buenos días, Nitocris.
ResponderEliminarEste estudio me parece interesante, aunque, desde mi punto de vista, sus conclusiones me parecen evidentes. Yo jamás he pensado que en las épocas prehistóricas se "preocuparan" por los temas de género. Bastante tenían con sobrevivir. Sea como sea, está bien que se deje constancia de estos temas, para quienes no sean capaces de cavilar.
Un abrazo, y gracias por tu interesante reseña!!
Hola Undine, no habla tanto de que "se preocuparan" por ello sino que no se las trataba de esa forma. Habla más bien de la actitud... Y luego te muestra cómo los estudios científicos fueron desarrollados por hombres y aplicaron su punto de vista.
EliminarEspero que te animes.
Un besazo
Hola guapa, una lectura interesante que demuestra que en muchas cosas hemos ido para atrás, y es que los seres humanos hay que mirarlos desde lo que pueden aportar a la sociedad y al bien común, no tanto en su sexo o color, porque de otra forma perdemos aportaciones ya irrecuperables. Entiende que con el progreso las mujeres dejamos de ser imprescindibles para la supervivencia y se las arrinconó a una posición débil, en que necesitaban ser protegidas y no se las tenía en cuenta, de ahí todas las teorías de la supuesta inferioridad. No sé si me animaré con él, pero me tientas mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Mar, no solo con el progreso ya en la antigüedad se la veía como un ser inferior y sin alma... Pero sí, te animo a descubrir esta lectura.
EliminarEspero que te animes con la lectura.
Un besazo
No suelo leer ensayos, pero me has dejado con ganas por saber más de éste. Puede que me anime si lo encuentro en la biblioteca.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola Margari, me alegro de haberte picado. Ya me contarás si te pones con él.
EliminarUn besazo
De vez en cuando me animo con las publicaciones divulgativas y esta me ha parecido de lo más interesante. Es cierto que aún tenemos muchas barreras y creencias que derribar, gracias por la reseña
ResponderEliminarHola No solo leo, sí tenemos muchas barreras que derribar, como esta, por ejemplo, el seguir investigación desde el punto de vista masculino. Hay que mirar más allá.
EliminarUn besazo
Que interesante, me lo apunto que de vez en cuando me gusta leer sobre temas de los que no se suele escribir. Besos.
ResponderEliminarHola Rocío me alegro de que te lo apuntes a ver si tienes ocasión de poder leerlo.
EliminarUn besazo
Soy yo otra vez.
ResponderEliminarYo imagino que antes eran más prácticos y hacía cada uno lo que podía y se iban apañando, más por instinto y seguro que en algunas cosas les iba mejor. La verdad es que la prehistoria no me llama especialmente la atención ni de ficción ni ensayos. Esto lo dejo pasar.
Besotes
Hola Norah, pues si la prehistoria no es lo tuyo entonces, es cierto, que no lo vas a disfrutar.
EliminarUn besazo
Estaba segura de que te iba a gustar :-) Lo único que me decepcionó es que tiene mucho de Historia, y no solo en la última parte,; me dio la impresión que tanto de como de Prehistoria.
ResponderEliminarUn beso, Nitocris.
Hola Anabel, pues sí tiene mucho de Historia teniendo en cuenta de que habla del hombre prehistórico, pero me imagino que también quería mostrarnos cómo la visión actual ha interferido en la recogida y análisis de la pruebas
EliminarUn besazo enorme.
Pues qué interesante. Mucho. Me lo descubres...
ResponderEliminarEste tipo de lecturas me parecen estupendas para dejar de lado lo que siempre se repite, teniendo en mente que hay cosas que se han contado de forma sesgada y que merecen ser vistas de la manera más objetiva posible, sin sesgos que condicionen la realidad tanto pasada como no tan pasada. Entiendo, claro está, que se hiciese así, pero que se siga asumiendo e incluso sosteniendo ideas que ya no tienen cabida por lo que se conoce, no tiene sentido. Me alegra que haya publicaciones y personas que estés desmontando esto.
Queda anotado, ;)
Un besito, Nitocris.