martes, 12 de agosto de 2025

El Quinto Elefante de Terry Pratchett (Mundodisco, 24)

 

El Quinto Elefante / Terry Pratchett. — Formato digital.

Vuelva La Guardia por estos lares. Hacía mucho que no traía una historia de Mundodisco por aquí así que ya tocaba.

Sinopsis oficial:

La ecléctica tropa de la Guardia de la Ciudad, licántropos con ansias de poder pero temerosos de la palabra «baño», vampiros con síndrome de abstinencia, enanos en vías de modernización, las complejidades de la diplomacia internacional y el fantasma de un motín y de una guerra hacen de El Quinto Elefante, la vigesimocuarta novela de «Mundodisco», uno de los libros más divertidos y esperados de la serie. Y no deja de ser cierto porque lo hayamos dicho veintitrés veces antes.

Está resultando ser uno de esos días... uno de esos que le tocan a uno cada día.

Sam Vives es un hombre perseguido.

Ayer era un duque, policía y el embajador más inconcebible de la historia de Ankh-Morpork enviado en misión diplomática a Uberwald, un país misterioso donde las minorías son mayoría y abundan las materias primas con cierto sabor rancio.

Hoy únicamente cuenta con su astucia innata y unos pantalones prestados, sobre los que es mejor no preguntar. Hace frío. Nieva. Y si no logra cruzar el bosque a tiempo se desatará una guerra abominable.

Pero unos monstruos le siguen la pista. Son listos. Son rápidos. Son hombres lobo y están a punto de alcanzarlo. A Sam Vives apenas le queda tiempo, ni suerte ni resuello...

Impresión personal:

En Uberwald van a nombrar a un nuevo rey de los enanos. Uberwald es una región en que conviven, o malviven, hombres-lobo (la familia de Angua es de allí), enanos y vampiros, en complicado equilibrio.. Así que Vetinari decide enviar como embajador a su mejor hombre, sir Samuel Vimes, que viajará a Uberwald acompañado de su esposa, lady Sibyl, la cabo Jovial Culopequeño (que no tendrá un buen recibimiento en su lugar de origen), y el sargento Detritus, un troll que va a un país en que todavía los trolls siguen en guerra con los enanos.

Con estas mimbres Vimes tiene que "gestionar" la diplomacia con todos los agentes de esta partida de "ajedrez", una vampira (lady Marlotta, abstemia), la familia de Angua y el rey de los enanos y su séquito.

Para enredar más las cosas el Bollo, el emblema más importante para los enanos, ha sido robado, aunque nadie quiera reconocerlo, y Vimes está empeñado en descubrir quién y por qué ha sucedido esto.

Este hombre, como siempre, lo hace genial. No solo escribe una historia de fantasía que entretiene con personajes maravillosos y divertidos (he echado de menos más conversaciones entre Vetinari y Vimes), sino que además realiza un análisis descarnado de nuestra sociedad con un mirada crítica, ácida y sardónica que debería sacarnos los colores.

"El mundo no lo movían los héroes ni los villanos, ni siquiera los policías. Tal vez a fin de cuentas lo podían mover lo símbolos. Lo único que él sabía era que no se podía aspirar a las cosas grandes, como la paz en el mundo y la felicidad, pero sí que se podía alcanzar algún pequeño logro que hiciera que el mundo fuese, de alguna manera pequeña, un mundo mejor"

Como decía más arriba, en esta ocasión nos encontramos a los personajes de La Guardia de Ankh-Morpok realizando un viaje en misión diplomática en Uberwald. Allí Vimes se encontrará con todos los obstáculos posibles, incluido ser acusado de intento de regicidio. Mientras veremos a una lady Sibyl magnífica en su papel tanto de esposa de Sam como de diplomática. Me encanta cómo negocia con el rey de los enanos.

Por otro lado, Zanahoria que ha quedado a cargo de La Guardia abandona su puesto para correr en pos de Angua que se ha ido a Uberwald llamada por un antiguo amigo. Por eso deja al mando al sargento Colón, que quien lo conozca sabrá lo que se puede esperar de él.

También hará una aparición estelar Gaspode, ese perro que habla aunque no debería...

Como decía más arriba, en esta historia Pratchett hace una radiografía de la diplomacia, la política en general, las conspiraciones, las costumbre antiguas y las nuevas. Y, como siempre, no deja títere con cabeza.

Una historia genial, divertida, ácida, crítica, entretenida, que te hace reflexionar, y mucho, al tiempo que te hace reír. Creo que Pratchett está infravalorado.




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