Este libro me lo regaló mi madre por mi cumpleaños. No es uno de los libros que me llamen la atención, a pesar de que me gusta la literatura oriental, pero la temática me parecía un tanto extravagante. Pero tampoco era que me desagradara así que hoy os traigo mis impresiones sobre su lectura.
Sinopsis oficial:
Los misterios de la taberna Kamogawa es una de las novelas más apetitosas que vas a leer jamás. Una historia llena de ternura sobre una pareja de detectives formada por el padre y la hija del Kamogawa Shokudo, un restaurante escondido en Kioto, que siempre está lleno. El éxito entre la clientela radica en que este dúo singular se ha especializado en preparar exactamente el plato que el público anhela y recuerda de su pasado y no es capaz de reproducir o encontrar. Y lo hacen investigando la historia de la persona en cuestión. Kamogawa Koishi y su padre Nagare, antiguo detective, escuchan las confidencias de sus comensales, que anhelan revivir un momento mágico, y recrean los platos cocinados por sus seres queridos, en una novela deliciosa en todos los sentidos.
Impresión personal:
En Los misterios de la taberna Kamogawa no vamos a encontrar asesinatos, robos o cualquier otro delito que tengan que descubrir estos detectives. Los Kamogawa, padre e hija, regentan una taberna. Él es el chef y, por cierto, muy buen cocinero y ella le ayuda en la cocina, pero sobre todo en las investigaciones.
La estructura siempre es la misma. Un cliente busca la taberna, encuentra dificultades para encontrarla, entra y pregunta, los Kamogawa le ofrecen comer, porque el cliente, en principio, nunca quiere. Después de la comida, la hija, Koishi, le lleva al fondo de la taberna donde tiene un despacho en el que le hace una serie de preguntas de qué plato está buscando y por qué razón. Le pide que le dé todos los datos posibles: dónde lo comió, qué llevaba, que colores tenía, etc... Y con esos datos el padre se dedicará a investigar para reproducir el plato que piden. El cliente vuelve a las dos semanas (en un par de historias es antes), come, se muestra totalmente satisfecho de la comida porque era como recordaba, y el señor Kamogawa le cuenta cómo ha hecho sus investigaciones y algún dato curioso respecto a ella. El cliente se muestra satisfecho y les pregunta cuánto les debe, ellos le dan un número de cuenta y le dicen que debe ingresar ahí la cantidad que él o ella considere conveniente.
Os lo comento con tanto detalle porque cuando lees las historias seguidas resulta un tanto pesado y repetitivo. Menos mal que solo hay seis historias porque creo que si hubiera alguna más me habría llegado a cansar.
¿Se podría decir que me ha gustado? Pues no sé, no me ha desagradado, eso por lo menos es un plus, las historias de la búsqueda de la comida especial eran entrañables y bonitas... Pero ya os digo que al final la estructura tan repetitiva me llegó a cansar.
En fin, que si queréis leerlo os vuelvo a recomendar leer las historias por separado, seguro que las disfrutaréis más.
Tomo nota y haré caso de tus consejos para disfrutar más esa lectura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Noelia, pues sí, me alegro de que me hagas caso, seguro que así disfrutarás más de su lectura.
Eliminarun besazo
Hola, siempre me llama la atención la literatura oriental, y sobre todo lo que tiene que ver con investigaciones y comidas; si he notado como tú que estás historias si se leen seguidas pueden resultar algo repetitivas. Me apunto el libro por si se cruza en mi camino. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Mar, pues sí, a mí también me gusta la literatura oriental, y comprobar las diferencias entre nuestras culturas. Pero este, como comentaba, mejor leerlo de a poquitos.
EliminarUn besazo
Pues no sé, esa estructura tan repetitiva creo que me llegaría a cansar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola Margari, es verdad que cansa si lo lees de seguido. Si te lees una historia hoy, otra dentro de dos días y así, se aprecia un poco más.
EliminarUn besazo guapísima.
¡Ketchup a los spagueti! ¿Eso no es delito? En fin, que no sé por qué pensaba que sería otro tipo de historia y le había echado el ojo pensando que sería de esas historias japonesas que me gustan. Lo de las investigaciones no me llama mucho. Me gusta ver cómo se prepara la comida japonesa pero no sé cocinar ni me gusta esa comida. La verdad es que creo que lo voy a dejar pasar.
ResponderEliminarBesos
Hola Norah, si te gusta la literatura oriental creo que te puede gustar, pero eso sí sigue mi consejo y lee las historias espaciadas. La trama que rodea a la historia de la comida en concreto son historias bonitas...
EliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo ¡a la cárcel a los que echen ketchup a los spaguetti! jeje..
Un besazo
Uy, menos mal que te he leído porque lo tenía apuntado, pero esa estructura tan repetitiva sé que me va a cansar aunque lo lea con tiempo; sobre todo, teniendo en cuenta que pensé que las investigaciones serían un poco más... "misteriosas".
ResponderEliminarUn beso, Nitocris.
Hola Anabel, "misteriosas" no son. Son investigaciones que se relacionan con la vida del personaje que pide la reproducción del plato. Son cosas de su vida. Es entrañable, pero no misterioso.
EliminarUn besazo guapisima.
Anda, qué curioso. Había visto este libro, pero no sabía de qué iba y me parece bonito y original. Bueno, sobre todo me parece bonito que no hayan crímenes pese a que tengamos detectives :-)) No sé si algún día me animaré con la literatura asiática... Besos.
ResponderEliminarHola guapísima, original sí que es. Y tiene mucho ambiente asiático. Las historias, además, son muy entrañables.
EliminarEspero que nos cuentes tus impresiones cuando lo leas.
Un besazo