Pan de limón con semillas de
amapola / Cristina Campos. — [Barcelona] : Círculo de lectores, D. L. 2016.
— 414 p.
Leí una reseña muy positiva y admirativa por parte de
Xavier Beltrán en su blog Tras la lluvia
literaria, así que lo apunté para mejor ocasión. Esta llegó cuando tuve que
hacerle un regalo de cumpleaños a mi madre, así mataba dos pájaros de un tiro.
Sinopsis oficial:
Son dos mujeres con vidas muy diferentes. Anna apenas ha salido de la isla y sigue casada con un hombre al que ya no ama. Marina viaja por el mundo trabajando como cooperante de una ONG.
Mientras intentan desentrañar el secreto que encierra su herencia, tendrán que hacer frente a los viejos conflictos familiares, a la vez que intentarán recuperar los años perdidos.
Esta novela es una historia sobre la amistad femenina, sobre secretos guardados y recetas de pan olvidadas. Pero, sobre todo, es la historia de unas mujeres que aprenden a decidir, con libertad, sobre su futuro.
Impresión personal:
Anna y Marina son dos hermanas que hace treinta años que no
se ven. Anna es una madre de familia
acomodada, que vive con su marido y su hija en Mallorca, lugar en el que
nació y del que no se ha movido. Marina
es una doctora de Médicos sin Fronteras. Y es estando en Etiopia cuando les
llega la noticia de una herencia: una casa con su propia panadería y molino
panadero. Lo curioso del caso es que ninguna de las dos conoce a la persona que
les ha legado esa herencia, María Dolores Molí. Marina tiene que ir a Mallorca
a hacerse cargo de la herencia, y vender la casa. Y será estando allí cuando
decida investigar la vida de esta mujer. Pero nadie en el pueblo suelta prenda.
Con estos antecedentes todos vemos que se trata de una historia familiar, de mujeres, sobre todo,
y de secretos no desvelados. Una historia con todos los tintes para ser una
buena novela. Y así lo ha sido, pero le tengo que poner algunas pegas.
Para no dejaros con la intriga os expondré mis pegas
primero y luego seguiremos con lo bueno de la misma. Por un lado debo comentar
que me han parecido demasiado
estereotipados los personajes de Anna y Marina: una mujer muy, muy de mundo
y muy abierta, una; y una madre, no muy abnegada, eso es cierto, pero muy de la
jet, con sus peculiaridades de mujer con dinero (Botox, compras…) la otra.
Puede que la autora utilice este tópico para hacer resaltar los cambios
producidos por cada una de ellas a lo largo de la novela, pero al principio de
la misma destacan mucho y no me llegó a gustar. Y la otra pega que le encuentro
es más relacionada con la trama. Hacia el principio de la novela, más o menos,
nos cuentan la historia de Anna: una mujer joven que ha estado intentado
quedarse embarazada desde el momento de casarse y que tras diez años de
infertilidad, por fin lo consigue. Quizá yo soy muy quisquillosa, ya lo sabéis,
pero veo un poco raro que una mujer joven intente durante 10 años quedarse
embarazada y no lo consiga. Esperad, esperad, no digo que no sea posible, digo
que si al cabo de un par de años de intentarlo y si realmente tienes ganas, no
entiendo que no acuda a una clínica de fertilidad para que la ayuden. Sobre
todo porque, aunque lo cubre la seguridad social, ella tiene dinero suficiente
para irse a la privada. Y para más inri, no solo no va a la clínica de
fertilidad sino que consigue quedarse embarazada ¡diez años después! Esto sí
que me parece imposible y muy traído por la manga por la autora. Si una mujer
joven no es capaz de quedarse embarazada, me parece muy, muy improbable que lo
consiga sola diez años después. Creo que la autora debería habernos dado una
explicación.
Bueno pues ya dicho lo que me traía de cabeza, ahora iremos
a por lo positivo de la obra. Es una novela bastante buena, sobre todo al
final. Una novela de mujeres, ya que
los personajes femeninos son los que tiene mayor protagonismo y los que están mejor dibujados. Incluso Anita,
la hija de Anna tiene una buena personalidad. En cambio los personajes masculinos están muy desdibujados y además son un
complemento a los femeninos.
La ambientación es magnífica, tanto en Etiopía, como en
Mallorca. A veces te ves paseando por esos sitios tan maravillosos.
La trama evoluciona muy bien y la tensión va creciendo a medida que vemos lo que les va pasando a
estas dos mujeres, bueno tres, ya que también nos acabaremos interesando por
Anita.
Los capítulos
empiezan todos con el título de una receta de repostería asociado a una
característica: la amistad, la familia, etc. Y, además, incluye la receta
completa de postre o pan en cuestión. Me parece algo muy original.
El secreto se va desvelando poco a poco, y aunque pueda
parecer predecible, en esta ocasión, no lo he visto venir del todo.
El final de la historia es coherente con toda la trama. De
hecho el primer capítulo es realmente el final de la historia, pero lo olvidas a medida que avanzas en la lectura, y
solo cuando estás llegando al final es cuando dices… ay caramba, ya recuerdo…
En definitiva, una bonita historia de mujeres, en la que se
trata también temas interesantes como la adopción, el cáncer y, en definitiva,
todas esas cosas que le suceden a uno en la vida.