De Manel Loureiro he leído dos novelas: El ultimo pasajero y Fulgor. Las dos me parecieron muy
originales y muy bien escritas, con una trama insólita y sorprendente. Así que
me animé con esta otra obra suya.
Sinopsis oficial:
Nadie sabe qué está sucediendo. La mayor parte de la humanidad se ha suicidado en pocas semanas, sin ningún motivo aparente ni conexión entre sí, mientras el mundo colapsa en medio de un caos creciente. Entre los escasos supervivientes se encuentra Andrea, una chica de diecisiete años con recuerdos borrosos y un gran secreto que ni ella misma conoce.
Cuando años después, un desastre parecido amenaza con repetirse, Andrea y un grupo de jóvenes comienzan una crucial odisea para descubrir, a través de la ruinas de lo que un día fue la Humanidad, la solución a algo que nunca debería haber ocurrido.
Pero esta vez, el número 20 puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Impresión personal:
El libro comienza de
forma apoteósica con una suerte de Armagedón
a cargo de un virus que afecta a la mayoría de la población mundial, que hace
que les dé por suicidarse de la forma más virulenta posible, y en ocasiones
llevándose por delante a cuantos estén cerca.
Después de este primer capítulo tan impactante nos
encontraremos con que han pasados doscientos años y la población que ha
sobrevivido, menos de un diez por ciento, se concentra en pequeños suburbios. No suelen salir mucho debido a lo
que ellos denominan Hostiles, y la
tecnología del siglo XXI, inaprovechable, les suena a mito.
El problema viene cuando la plaga vuelve a extenderse y serán unos jóvenes los que tendrán
que salir al mundo exterior para intentar conseguir una cura.
Manel Loureiro nos presenta una distopía basada en datos reales, que te hace temer que ocurra en
cualquier momento. En un mundo globalizado donde los aeropuertos se convierten en
puertas de entrada a cualquier virus del planeta, nos hace sentir inseguros.
La novela me ha gustado mucho, aunque tengo que ponerle un
par de pegas que tendré que contaros en un spoiler.
Vayamos con lo bueno. La trama es trepidante, con una estructura y coherencias bastante
buenas, con personajes con caracteres
diferenciados que irán evolucionando gracias al enfrentamiento a los
diversos conflictos.
La narración es a cargo de un narrador omnisciente, pero
encontraremos por el camino datos basados en informes médicos, recortes y noticias de los periódicos, cartas…,
todos ellos de antes del Colapso (como
ellos llaman a lo ocurrido en el primer capítulo), que le da más intriga a la
trama.
Estaremos en todo momento en tensión, pendientes de ver cómo pueden llegar a solucionar el
conflicto al que se enfrentan.
Ahora voy con las dos cosas que no me han gustado.
ATENCION SPOILER
La principal de las pegas que le pongo es que cuando nos
cuenta que el doctor ha vivido él solo en Arcadia desde hace dos años debido al
suicidio colectivo de la población que vivía con él, no me ha parecido muy
coherente. Ya no solo por el hecho de que alguien pueda vivir solo, sin nadie
con el que conversar y compartir, sin volverse loco, sino, sobre todo, porque
para vivir necesita comer, agua,
ropa, etc. Necesidades básicas que no creo que él pudiera cubrir por sí mismo.
No nos dicen nada de que él tuviera reservas para sobrevivir esos dos años, y
no parece que plante, recolecte, manufacture etc. él solo…
Y la segunda pega está relacionada con el prion, el
segundo, el que hace que solo afecte la enfermedad a la gente mayor de veinte
años (de ahí viene el título). Me parece un poco incoherente que se ponga esa
condición sin especificar nada más. Quiero decir, un gen, prion, o lo que sea,
no va a saber el día exacto en que tú
cumples veinte años. Podrá detectar tu edad biológica por una serie de
factores, los huesos, músculos, etc…
Pero lo de la edad biológica no siempre
coincidirá exactamente con la edad cronológica. Y aunque pueda parecer que esto
no se cuenta en la trama, sí que llega a decirse que Iván muere porque acababa
de cumplir veinte años… Muy rápido y fulminante…
FIN DEL SPOILER
Un par de pegas que me parecen importantes y básicas para
el final de la obra y que hacen que le ponga menos puntación de la habitual en
este autor.
A pesar de esto que os cuento, Veinte es una novela
adictiva, con un trasfondo filosófico que nos hace plantearnos muchas
cosas.