El año que me enamoré de todas /
de Use Lahoz. — Versión Kindle.
Una novela que puede llamarnos a engaño por el título que
viene perfectamente explicado al final de la novela y que le va a dar un
sentido totalmente diferente. Y además he visto que ha recibido el premio Primavera
2013 por esta novela… la verdad es que ni lo sabía cuando empecé a leerla.
Sinopsis oficial:
Esta es la historia de Sylvain Saury, un joven parisino adicto a la vida que se acerca peligrosamente a los treinta y que sufre el síndrome de Peter Pan. Tiene muchas virtudes: es sensible, bilingüe y sabe hacer amigos, pero también tiene grandes defectos: en cuestiones de amor no consigue pasar página, tiende a meterse donde no le llaman y el verbo ‘madurar’ le asusta. Cuando recibe la propuesta de un trabajo mal pagado en Madrid no se lo piensa: prefiere vivir allí a salto de mata que hacerse adulto en París. Y, además, en Madrid vive Heike Krüger, su exnovia alemana, a quien no ha conseguido olvidar. Mientras se instala, Sylvain va trazando el plan de reconquista de Heike, pero el inesperado hallazgo de un manuscrito cambiará sus planes y le abrirá una ventana a una historia emocionante, llena de sorpresas y casualidades. Esta lectura trastocará su brújula y le recordará la gran verdad oculta tras la frase con la que le despidió de París su amigo Michel Tatin: «El corazón está para usarlo».
Impresión personal:
Sylvain Saury es un
joven francés de origen español que viaja a Madrid para reencontrarse con la mujer de su
vida, Heike. Es un joven con el síndrome de Peter Pan: no tiene estabilidad, ni
responsabilidades, y no sabe si tiene ganas de tenerlas. Las vivencias por las
que atravesará en su periplo por Madrid, el encuentro de un manuscrito, y el
conocimiento de diferentes personas en la capital de España harán que se
replantee las cosas y comience a darle más importancias a la estabilidad y los
pequeños detalles.
Sylvain está
perdidamente enamorado de Heike, pero a ella no parece que le ocurra lo
mismo. Sylvain aprovecha la oportunidad que le da un periódico francés de
trabajar en Madrid, para viajar a esta ciudad e intentar reencontrarse con su
exnovia. Allí conocerá a Irina, Paula, a sus compañeros de piso Jacobo y Néstor;
sus vecinos Metodio, su mujer y su pequeña hija… Y serán las experiencias que
tendrá con estas personas, y las que “sufrirá” en su reencuentro con Heike, las
que le harán cambiar radicalmente.
Y en medio de todo esto, como decía al principio, la historia de una familia de pasteleros
narrada en un manuscrito que Sylvain encontrará por accidente.
En esta novela encontraremos, por tanto, dos historias e
incluso os diría que tres: la de Sylvain y su experiencia en Madrid, la narrada
en el manuscrito, y las vicisitudes por las que pasa la madre de Sylvain en París y
el nacimiento de su hijo… Cada una de ellas bien diferenciadas, sobre todo la
del manuscrito que vendrá en letra cursiva.
Por supuesto, al contarnos tres historias tendremos
preferencia por alguna de ellas, y la mía ha sido la de la saga de los pasteleros, y en
segundo lugar la de la madre de Sylvain. En esta encontraremos además a un
personaje peculiar, Michel Tatin. En principio lo que le pasa a Sylvain en
Madrid es, casi, lo menos llamativo e interesante. Aunque será la que cree la
cohesión con las otras dos. Y además, hacía el final, se volverá más atrayente.
Me ha gustado mucho la
ambientación de la novela, sobre todo la de la saga de los pasteleros, ya que el
autor nos hacía sentir casi como si estuviéramos dentro de la misma pastelería.
Los personajes son muy característicos y peculiares, con un carácter y determinación muy
destacados.
Hay dos detalles que me han llamado la atención, uno porque
lo considero extraño, y el otro porque es
una genialidad del autor. El primero puede ser un pequeño, pequeñísimo,
spoiler así que intentaré hacerlo sin desvelar mucho. Cuando habla de la
maternidad de uno de los personajes comenta que los médicos le habían avisado
del riesgo de tener hijos debido a la edad de la madre. Esto me ha dejado un
poco descolocada, ya que la edad de este personaje ronda los cuarenta años, año
arriba año abajo. Si bien es cierto que no es una edad muy propicia para tener
hijos no se puede asegurar con esa rotundidad que haya unos riesgos tan
tremendos como para no intentarlo. Evidentemente riesgos hay: bajo peso al
nacer, por ejemplo, pero lo comenta como si fueran riesgos de vida o muerte… y
la verdad en la época actual muchas mujeres retrasan la maternidad por muchas
circunstancias y luego no hay demasiados problemas. Pero vamos, es un detalla
nimio que no puedo dejar de comentar porque soy un poco tiquismiquis, pero sin
relevancia para la calidad de la novela.
El otro detalle es una
filigrana que hace el autor con un pequeño detalle que como no estemos muy
al quite se nos pasa. Yo he tenido la suerte de que al leer la novela en el
Kindle, y con él puedes hacer una
búsqueda por palabras, con lo que encuentras rápido la mención a ese detalle en
las ocasiones en que ocurren. No sé si daros una pista sobre qué estoy hablado
o dejaros con la intriga…
Y finalmente, tenemos el título de la novela que, como
decía en la introducción, tendrá un sentido
totalmente diferente al esperado, y esto lo descubriremos al final de la
misma. Así que tendréis que leer la novela entera para comprobar si el título
es lo que esperabais o no.
Y finalmente nos encontraremos en las últimas líneas la
explicación al título de la novela. Y será con unas pocas palabras con las que
nos hará cambiar la perspectiva, otro “juego” del autor.