Esta es una novela que ha hecho las delicias de muchísimos
blogueros. La primera obra que yo he leído de Bárbara Pym es Amor no correspondido, que me gustó
muchísimo. ¿Llegará esta a la altura de la anterior?
Sinopsis oficial:
Mildred Lathbury, la narradora, es una mujer
soltera que vive en Londres y ocupa su tiempo en diversas tareas en la
parroquia, en tomar el té con las amigas, en obras de caridad y en satisfacer
las necesidades de los demás. Es inteligente y observadora, pero también tímida
e insegura, en parte debido a su soltería, pues muchos querrían verla casada ya
a sus treinta y pocos años. Además de sus buenos amigos, el vicario Julian
Malory y su hermana Winifred, Mildred intimará con sus vecinos, los Napier,
recién instalados en el piso de abajo de su casa. Conocerá también a Allegra,
una viuda que se aloja en la parroquia, y a un sinfín de personajes más.
Mildred se verá implicada en diversos asuntos de índole sentimental.
Con una extraordinaria y sutilísima ironía, Bárbara
Pym traza en Mujeres excelentes un
espléndido retrato sobre la cotidiana realidad de unos personajes, cuyas vidas
se debaten entre sus sentimientos y sus convencionalismos.
Impresión personal:
Mildred Lahtbury es una
mujer soltera, que no solterona. Una mujer excelente, en el sentido que
ella le da al término. Una mujer que no necesita estar casada para ser feliz,
que sabe qué hacer en cada momento, que se relaciona bien con todo el mundo,
que tiene siempre una taza de té dispuesta para cualquier ocasión (aunque no
siempre consiga que el té le salga bien). En definitiva, una mujer que vive
para los demás.
Con la llegada del matrimonio Napier al piso debajo del suyo,
donde compartirán, además, el baño, y la llegada de la viuda Gray a la vicaría,
las cosas comenzarán a cambiar en el
magnífico mundo de Mildred.
Tengo que deciros de antemano que me gustó mucho más Amor no correspondido. En esta la
protagonista es una mujer vital que lo ve todo con optimismo, con una curiosidad rayana en el cotilleo y que hace que
la novela sea divertida a más no poder, a pesar de contener una crítica a la
sociedad de la época.
En esta ocasión, Mildred me ha parecido una mujer más apagada, más escéptica, viviendo su
vida por y para los demás, con un desprendimiento de sus propios intereses
rayano en el misticismo. Es una mujer muy observadora
y analítica, no solo con lo que ocurre a su alrededor, sino incluso con sus
propios sentimientos. Los analiza con un desapego
notable.
A pesar de que he tenido un momento en que he reído a carcajadas con una situación
ocurrida con el padre Malory y con Mildred, es verdad que la novela la he
notado más triste, más gris que la de Amor
no correspondido.
Eso no significa que no me haya gustado, pero sí que la he
sentido menos optimista y vital que la anterior.
Mildred al final conseguirá lo que quiere, o más bien se
podría decir que consigue algo que no
esperaba y que, suponemos, la acabará haciendo feliz. Pero Bárbara Pym lo
narra de una forma tan velada que te deja con las dudas.
Y antes de llegar a la conclusión final tengo que hacer un
comentario al respecto de la reseña de Las
Inquilinas de Netherfield. Miss Hurst comentaba en su reseña, que releí un
poco antes de llegar al final de la novela, que le parecía que Pym hacía un homenaje a Jane Austen con algunos de
los personajes de Mujeres excelentes.
Everad Bone le recordaba a Darcy, Rocky Napier a Wickham y la relación de ellos
con Mildred a la que hay en Orgullo y
Prejuicio. Pues sí, tengo que darle
la razón. Mientras lo leí no fui consciente de ello ya que no soy tan
Austenita como MH, pero al leer esa parte de su reseña vi la relación
perfectamente.
En definitiva, una novela muy, muy recomendable, muy fácil de leer, muy costumbrista pero con
crítica social, y muy entretenida a pesar de tener ese tinte más melancólico
que yo he apreciado.