No recuerdo muy bien cómo llegué hasta este libro, pero la
portada tan curiosa y el título tan “divertido” me llamaron la atención.
Sinopsis oficial:
Little Italy, 1946. Sophia Mancini habría disfrutado la gran inauguración de la agencia de detectives privados de su familia si el colérico chef de Vincenzo's Ristorante hubiera sobrevivido a la comida. Pero, antes de que la cuchara fría de Sophia tocara el spumone, alguien le clavó un cuchillo en la espalda a Vincenzo, y los invitados pasaron de un menú delicioso a un asesinato para el almuerzo.
Pronto Sophia se encuentra siguiendo al jefe criminal Frankie Vidoni, conversando con la bocona de su amante, María, y evitando a su secuaz, Mooch DiMuccio. Sospecha de la viuda de Vincenzo, Stella, y del asistente de chef, Eugene, porque no parecen nada conmocionados por la muerte de Vincenzo. No existe conversación que Sophia no oiga por casualidad, ni pregunta que no haga, ni peligro que no enfrente para encontrar al asesino.
Pronto Sophia se encuentra siguiendo al jefe criminal Frankie Vidoni, conversando con la bocona de su amante, María, y evitando a su secuaz, Mooch DiMuccio. Sospecha de la viuda de Vincenzo, Stella, y del asistente de chef, Eugene, porque no parecen nada conmocionados por la muerte de Vincenzo. No existe conversación que Sophia no oiga por casualidad, ni pregunta que no haga, ni peligro que no enfrente para encontrar al asesino.
Impresión personal:
Sophia y Angelo Mancini son dos hermanos que han decido
crear una agencia de detectives.
Angelo fue policía, pero al volver de la Segunda Guerra Mundial vino con una
lesión cerebral que le afecta a la memoria reciente, le cuesta recordar las
cosas a corto plazo. Además sus suegros está litigando para quitarle la
custodia de su hijo, por lo que necesita tener un trabajo que pueda demostrar
al juez que tiene medios para mantenerle.
El día de la inauguración de la agencia el iracundo chef encargado del menú resulta
asesinado, y el “capo” de Little Italy decide encargarles que resuelvan el
caso. Sophia se pone manos a la obra y no parará hasta descubrir quién, de
entre todos los que odiaban a Vincenzo, podría ser su asesino.
Ante todo tengo que deciros que he encontrado un gran hándicap en esta novela. La traducción se ha realizado en español
sudamericano, cosa que yo no sabía cuándo la compré, y eso me ha
dificultado mucho la lectura. Parece una tontería pero cuando empiezas a leer
una novela sin saber estas cosas y encuentras fallos gramaticales (o lo que tú
crees que son fallos gramaticales claro) como que se han comido algún objeto
indirecto, o cosas así, crees que es debido a la edición de la obra. Al seguir
leyendo, vas apreciando más datos que al final te llevan a la conclusión
acertada.
Lo peor es que encontramos expresiones, palabras, que nosotros
utilizamos de otra manera. Por ejemplo, en un momento dado hablan de que uno de
los protagonistas ha perdido el “saco” y que este está lleno de sangre. Tú te
imaginas una bolsa de lana, y no entiendes qué importancia puede tener eso para
la trama, y además no recuerdas nada sobre ese saco. Cuando sigues leyendo te
vas dando cuenta de que está relacionado con un traje de vestir, y lógicamente
crees que se refiere a la “funda” protectora del traje. Pero tampoco te cuadra
que una persona lleve una funda de un traje a una inauguración. Hasta que te
das cuentas de que se refiere a ¡la chaqueta
del traje! Bueno, pues darme cuenta de todo esto me costó media narración…
Si luego encima le añades expresiones como “se corrió” cuando se refiera a que
alguien se ha cambiado o movido de sitio… con las connotaciones que tiene esa
expresión en España… pues, imaginaos, con eso os digo todo.
A mí me ha causado tal desazón que no he podido disfrutar
de la novela completamente y eso que es
una novela fresca, entretenida, muy amable. Tipo cozy, (ay Mónica que me estoy aficionando a esa expresión)…
La narración corre a cargo
de la protagonista, lo que hace que nos enteremos de todo lo sucedido al mismo tiempo que
ella. Pero no nos perderemos mucho porque Sophia es la verdadera protagonista
de la historia. Angelo es en realidad un mero comparsa. Los personajes no están
muy bien definidos, salvo Sophia, pero no será óbice para que disfrutemos de la
“persecución” del asesinato.
Vamos a encontrar múltiples
sospechosos, algo característico de este tipo de novelas, lo que hará que
te plantees mil y un interrogantes. Por si sentís curiosidad yo no llegué a
adivinarlo.
La tensión narrativa
está bien llevada. La protagonista lleva todo el peso de la obra, aunque también
conoceremos al capitán McYntire… que será el que le dé la réplica, y con el que
habrá momentos divertidos y diálogos chispeantes…
En definitiva, si podéis abstraeros del lenguaje usado (o
si ya sabéis de antemano a qué ateneros, cosa que no me sucedió a mí), es una
novela que os entretendrá, con una protagonista peculiar y divertida.