Patrick ha vuelto / Josephine Tey ; traducción de Pablo González-Nuevo. — Xixón : Hoja de Lata, 2018. — 375 p. ; 22 cm. — (Sensibles a las letras, 44)
Parece que en los últimos tres años, coincidiendo además con el reto de clásicos de Las Inquilinas, comienzo el año, y el reto con un libro de esta mujer. No he sido consciente hasta que me he puesto a hacer la reseña. Pero la verdad es que me parece una tradición genial, lo que no sé es si aguantaré en leer otro de sus libros un año más. Reto Todos los clásicos grandes y pequeños III, Clásico con el nombre de un protagonista en el título.
Sinopsis oficial:
Los Ashby son terratenientes ingleses dedicados a la cría de caballos. Siempre han vivido en el pequeño pueblo de Clare y llevan una vida apacible capitaneada por la tía Bee, quien se ocupa de sus cuatro sobrinos tras el fallecimiento de su hermano y su nuera. El dolor por la pérdida de los padres y por la desaparición de un sobrino mellizo en extrañas circunstancias parece ya superado por los años y por días llenos de buena armonía familiar. Pero justo la semana antes de la fiesta de mayoría de edad de Simon, uno de los sobrinos, el mundo de los Ashby da un vuelco completo. Un extraño llamado Brat Farrar llega al pueblo asegurando ser Patrick, el mellizo desaparecido. Él, como hermano unos minutos mayor que Simon, se convertiría en el heredero universal de la fortuna de los Ashby. El enredo está servido y más que bien sazonado. Porque sabemos desde el principio que Brat Farrar es un impostor guiado por alguien cercano a los Ashby. Un nuevo misterio de una de las más originales damas del crimen clásicas, autora de La señorita Pym dispone (2015) y El caso de Betty Kane (2016).
Impresión personal:
Patrick murió,
suicidándose, cuando tenía trece años o eso parece porque ahora, ocho años
después y casi cuando su mellizo Simon está a punto de heredar la fortuna
familiar, aparece un joven con un gran parecido a Patrick que dice ser él.
Sin grandes
aspavientos, con una prosa sencilla y delicada, la autora crea una novela que
podría parecer costumbrista si no fuera por las premisas que reúne, por la
gran intriga que ya desde el inicio vamos a conocer. Y todo esto te deja atado
a la silla sin ánimos, ni ganas de levantarte, hasta que no termines de leer y
averiguar qué pasa.
Ya desde el inicio de la novela partimos con el conocimiento de que quien regresa no es Patrick, es un impostor. Un joven con un gran parecido con el fallecido al que le proponen suplantarlo y repartirse la herencia familiar.
Tú, como lector, ya lo
sabes desde el capítulo dos, pero la trama te pica tanto para saber qué va a
pasar con el impostor que no puedes dejar de leer. ¿Reconocerá la familia a
este nuevo Patrick? ¿Será aceptado por todos? ¿Y si no lo es, intentarán
descubrir su juego?
Pero no solo esto te
atrae de la novela, es que además el impostor, Brat, un personaje al que
supuestamente deberíamos odiar o por lo menos sentir cierto rechazo debido a su
mala acción, es un personaje carismático, reflexivo, cariñoso que se hace
querer tanto por la familia, o por casi toda la familia, como por el lector.
Brat tendrá todos los
conocimientos necesarios sobre la familia, su entorno y su historia para poder
sortear todas las posibles preguntas y "trampas" que se le tiendan.
Toda la novela es una
maravilla, tanto por la ambientación, el entorno, los personajes como la
intriga y la tensión que consigue recrear la autora que va de menos a más sin
perder un ápice de interés. Habrá en un momento dado una vuelta de tuerca que la
hará más interesante si cabe.
En definitiva, me
rindo antes Josephine Tey, me tiene totalmente cautivada. Sé que leeré todo lo
que se publique de esta mujer, y sé que lo disfrutaré como una enana. Magnífica
e impresionante, como siempre.