Evelina / Frances Burney : traducción de Eva María González ; ilustraciones Hugh Thompson. — [Barcelona] : D´Epoca, 2013. — 580 p. ; 24 cm.
Esta es una novela que tenía ganas de leer por eso de que
nos la han vendido como la obra en la que se inspiró Jane Austen para su Orgullo y prejuicio. Además esta novela
viene a cubrir el hueco de Clásico cuyo
título tenga una sola palabra, del reto de Todos los clásicos grandes y pequeños. Hoy os traigo mis impresiones.
Impresión personal:
Evelina es una joven de la que su padre, lord Belmont ha renegado por diversas razones.
Evelina ha sido criada en el campo, lejos de todo, por el reverendo Villars y cuando cumple diecisiete años se dispone a viajar a Londres con una familia amiga suya, los Mirvan. Allí conocerá lo que es la vida en sociedad,
su hipocresía, su apariencia... y deberá aprender a manejarse en este ambiente.
La verdad es que no sé qué pensar de este libro... Por un lado me ha enganchado lo suficiente para mantener pendiente de su lectura, pero no he conseguido disfrutarla del todo.
No he llegado a
comprender la actitud de alguno de los personajes, por ejemplo, el capitán
Mirvan. Un personaje extraño y
extravagante, maleducado y grosero...
Un personaje que no pensé fuera a encontrar en novelas de este tipo. No llegué
a entender cómo la hija de lady Howard está casada con un personaje que la
debería avergonzar por su comportamiento.
Tampoco he llegado a entender el comportamiento de Evelina
en algunas ocasiones. Se avergüenza de
sus parientes, los Branghton, por ser maleducados y zafios, cuando el
capitán Mirvan se asemeja a ellos, pero da la sensación de que el
comportamiento del capitán le parece menos censurable que el de los Brangton
porque este tiene un nivel social mayor que ellos... en fin...
No he conseguido descubrir si con esta novela la autora estaba haciendo una crítica social a su época. Si es así ha sido demasiado sutil para mí, con Jane Austen lo he percibido enseguida...
Por otro lado, el personaje de Lord Orville me ha parecido demasiado perfecto, no parecía tener
ningún defecto. Incluso cuando consideraba que Evelina era una simple él no ha
llegado en ningún momento a censurarla. En todas las ocasiones en que Evelina
le daba un desplante él siempre comprendía su actitud y no se ha visto afectado
u ofendido por ello. No sé, siempre parece saber lo que piensa la protagonista
y parece conocerla mejor que ella misma.
La novela está escrita de forma epistolar. La mayoría de las cartas son Evelina y será donde nos
iremos enterando de sus diversas peripecias. En otras ocasiones será el
reverendo Villars el que la conteste, pero estas será muy breves y escuetas... La redacción de las mismas nos hará apreciar la diferencia de caracteres de los personajes que las escriben. El
lenguaje de la autora es un tanto barroco y al principio tienes que
acostumbrarte a él...
Por lo demás me ha
gustado ver la evolución de Evelina y cómo aprende a conocer y manejar el
mundo en el que ha aterrizado. Te quedas enganchada a la espera de ver qué
ocurre con su vida y su situación personal.
Es una novela entretenida
y curiosa, pero no ha llegado a seducirme tanto como yo esperaba.