La edad de la inocencia / Edith Wharton. — Formato digital
Hoy os traigo una nueva reseña de Edith Wharton, como ya os amenacé hace poco. Debo decir que este año no he tenido muy buenas lecturas con esta autora que me gusta tanto. La reseña viene a demás a completar el nivel 5 del reto Todos los clásicos grandes y pequeños V en la premisa clásico a elegir entre los 100 imprescindibles de Penguin.
Sinopsis oficial:
Impresión personal:
Ellen Olenska, la condesa Olesnska, ha vuelto a Nueva York debido al fracaso de su infructuoso matrimonio con el conde Olenski. Su familia pertenece la clase social más importante de Nueva York y aunque no está bien visto que una mujer deje a su marido deciden acogerla y hacer que la sociedad, la alta sociedad neoyorkina, también la acojan.
Este suceso será el detonante de una serie acontecimientos que acabarán mostrando la hipocresía de la sociedad en esos momentos, el choque de las convenciones sociales austeras y rígidas, que no admiten más que comportamientos encorchetados a pesar de que eso suponga la infelicidad de las personas.
Como os decía al principio esta novela de la Wharton, segunda que os traigo en poco tiempo al blog, tampoco me ha llegado al alma. Me ha gustado más que la anterior, pero tampoco puedo deciros que sea la mejor que he leído este año.
La condesa es prima de la prometida de nuestro protagonista Newland Archer que finalmente verá comprometido su carácter, sus principios y su vida, en general.
Sé que la autora hace una crítica a la sociedad de su época y eso está reflejado perfectamente en la novela, pero hay ocasiones en que me perdía un poco entre tanto personaje con nombres tan parecidos. Además, y para más inri, la he leído en una malísima traducción (fue una compra digital de hace unos años) y aunque al principio no fue muy consciente de ello luego me fui dando cuenta. Eso, evidentemente, lastró mi lectura e hizo que no pudiera disfrutarla debidamente. (Igual tendré que darle una segunda oportunidad dentro de unos años con una buena traducción).
Los personajes principales no evolucionan nada de nada, Ellen tiene un carácter firme y con unos principios muy establecidos, que por lo general chocan con los de esta sociedad tan encorsetada. Y Newland, que se enorgullece de compartir los principios de la sociedad en la que vive, poco a poco va comprendiendo que ese encorsetamiento al que tanta importancia le daba es al final su perdición.
De hecho no cambia ni siquiera en el momento en que ya no tiene ningún elemento en contra suya, al final de la novela. Y ese final, me temo, no me ha gustado nada de nada, pero ya sabéis, esto es una opinión personal.
En la reseña se habla de un adulterio frustrado y sí, evidentemente sí lo es, pero curiosamente el adulterio es frustrado por muchas razones, hipócritas todas ellas, y lo único que se consigue es que se viva en una mentira.lib
En definitiva, una novela con una gran crítica social de la que podría haber disfrutado más si hubiera llegado a mí en una buena traducción, qué poco nos damos cuenta de esto en ocasiones...